WASHINGTON. La iniciativa del presidente Barack Obama podría dejar en suspenso las deportaciones de al menos cuatro millones de inmigrantes que están en el país ilegalmente agudiza un dilema existencial del Partido Republicano.

 

La base electoral de ese partido se ha manifestado mayoritariamente contraria a la legalización masiva de inmigrantes no autorizados, pero sus aspiraciones de alcanzar en 2016 la Casa Blanca pasan por atraer al electorado hispano.

 

“Para mantener a su base, (los republicanos) deben tener una postura rígida sobre la acción presidencial”, declaróla directora del Instituto de Políticas Migratorias Doris Meissner. “Pero al mismo tiempo, para ganar una elección general, necesitan atraer con éxito a los votantes naturalizados. Lograr ambas cosas es algo difícil de visualizar”.

 

Si el próximo congreso de mayoría republicana no emitiese una reforma durante la sesión legislativa de dos años que iniciará en enero, la actitud de los candidatos presidenciales de ambos partidos hacia la renovación del alivio migratorio de tres años de resultar electos podría ser determinante en los comicios.

 

Héctor Barreto, presidente de Hispanic Business Roundtable Institute, dijo que si bien la inmigración ilegal no es la primera prioridad, suele ser determinante para los electores latinos.

 

“Frecuentemente los lleva a considerar o descartar a un candidato según la posición que tenga respecto al tema migratorio”, dijo quien dirigiera la Oficina para Pequeñas Empresas durante el gobierno de George W. Bush.

 

Un sondeo realizado por la encuestadora Gallup determinó que tres de cuatro hispanos que inmigraron a Estados Unidos aprueban el alivio migratorio anunciado el mes pasado por Obama.

 

El estudio concluyó que el apoyo entre los hispanos nacidos en Estados Unidos es menor (51, pero muy por encima del 30% de aprobación registrado entre los estadounidenses de raza blanca.

 

Barreto advirtió que cualquier estrategia electoral exitosa necesita atraer al electorado hispano, que se volcó masivamente a favor de la opción demócrata en 2008 y 2012, y opinó que el tener mayoría en ambas cámaras da a los republicanos una gran oportunidad de resolver el tema de la inmigración ilegal de manera permanente.

 

Los estrategas que decidan ignorar a los hispanos para alcanzar la victoria, afirmó, “lo hacen a su propio riesgo. Las tendencias demográficas son el destino”, señaló Barreto refiriéndose a que los hispanos son el electorado de mayor crecimiento en la sociedad estadunidense.