¿Será?

No es un lujo

El retraso del vuelo de Andrés Manuel López Obrador en Huatulco no es una mera anécdota jocosa que puede pasarle a cualquiera. El Presidente de la República no puede esperar en una sala del aeropuerto cinco horas, por muchas razones. Él es el único mexicano cuyas decisiones pueden afectar directamente el destino de 140 millones de connacionales.

En caso de una emergencia nacional, no puede manejar en un café o en una sala del aeropuerto información clasificada o con impacto en la seguridad nacional. No. El avión presidencial no es un lujo; es un instrumento que puede utilizarse en caso de emergencia para trabajar mejor por México.

También es un asunto de seguridad. En la aeronave que se retrasó, al próximo mandatario le tocó la puerta de emergencia. Si hay que salir del avión, él es el encargado de abrir la puerta para que todos puedan salir, a pesar de que su seguridad es un asunto de seguridad nacional. Sí. Hay que rechazar los abusos y no usar el avión presidencial para que turistee la familia. Ojalá el próximo mandatario cambie su decisión de venderlo y evite vulnerar su seguridad y la de quienes viajen con él cuando comience a ejercer acciones contra la corrupción, la delincuencia organizada e, incluso, si sigue colaborando con EU, contra el terrorismo. ¿Será?

Se vacuna

A propósito de AMLO, dicen que el cambio de postura en cuanto a la economía del país y el hecho de que arremetiera nuevamente contra Felipe Calderón al culparlo de lo que pasa en Jalisco con los camiones de la muerte, no es más que el vacunarse porque al conocer la realidad ya se dio cuenta de que muchos de sus compromisos no serán fáciles de cumplir. Como aquello de acabar con la delincuencia organizada perdonando y construyendo escuelas. ¿Será?

Plan con maña

Después de la renuncia de Mauricio Farah, como secretario general, y Juan Carlos Delgadillo, como secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados, se dice que el verdadero motivo de su separación es adelantarse a la entrada en vigor de la nueva Ley de Salarios y cobrar su liquidación al amparo de un acuerdo vigente y ominoso de la Junta de Coordinación Política. ¿Será?

Un problema “silencioso”

Un problema que va creciendo en la Ciudad de México es el desabasto de agua, y los expertos señalan que en gran medida se debe a la pérdida del líquido en más de 40% en fugas subterráneas, pues los tubos llevan más de 50 años sin ser sustituidos, ya que se requieren inversiones multimillonarias a largo plazo. Algunos se preguntan qué plan tiene la próxima jefa de Gobierno no sólo para paliar la crisis, sino para establecer un programa sostenido de modernización de las redes. ¿Con el solo cobro de las tarifas del servicio será suficiente para enfrentar la crisis hídrica? Mientras, las pipas de agua hacen su gran negocio en una urbe sedienta. ¿Será?