Que rápido se pasa el tiempo. De nueva cuenta, en este 2018 estamos terminando el verano, y con ello, la operatividad de los mercados volverá a sus niveles normales y, además, con el cierre del año fiscal en Estados Unidos a finales de septiembre.
Normalmente septiembre y octubre son meses donde la volatilidad se incrementa por diversos eventos.

En esta ocasión, los inversionistas siguen de cerca las diferentes negociaciones comerciales que ha iniciado Estados Unidos para intentar reducir su déficit comercial con el riesgo de mayores aumentos de aranceles. Se tiene pendiente la amenaza de un incremento de 20% de impuesto a la importación de vehículos por un tema de “seguridad nacional”, situación que pudiera afectar a países como Japón, Alemania, México y Corea del Sur, entre otros, aunque el presidente Trump pudiera exentar a alguno o algunos en caso de tener beneficios en sus negociaciones para reducir dicho déficit.

Reuniones para evaluar el intercambio comercial con China y Japón, la negociación que se tiene del TLCAN, hoy con México y en cuanto haya avances sustanciales, seguramente se incluirá a Canadá.

También se tiene el problema con Turquía de índole política y económica. Turquía tiene un PIB de 900 mil millones de dólares, presenta una desaceleración en su actividad económica. Ya tuvo una baja en su calificación crediticia por S&P y Moody’s, y en octubre registrará vencimientos aproximados de 11 mil millones de dólares, principalmente del sector privado. Por cierto, la deuda del sector privado asciende a 62% del PIB, y por ello, las tasas de interés no han reflejado la presión cambiaria, situación que en algún momento tendrá un costo para este país.

Vemos a Brasil como un foco de atención en mercados emergentes. Inició su proceso electoral a la espera de la decisión jurídica sobre el estatus de Lula entre ser liberado y buscar de nuevo la Presidencia o seguir en la cárcel y quedar inhabilitado para competir. Hoy lidera en todas las encuestas presidenciales entre 13 candidatos.

El real brasileño se ha depreciado 21%, ubicándose en su mayor nivel en dos años y a 4% de su máximo histórico en 4.20. La Bolsa, que en el año llegó a tener plusvalías nominales de 12%, actualmente registra 6%, y en términos de dólares pierde 16%.
La deuda sobre el PIB de Brasil alcanza niveles de 74% y su déficit fiscal asciende a casi -8.0% con un aumento en la inflación y una desaceleración en su economía.

Sigue pendiente el avance de la desnuclearización de Corea del Norte. Trump busca una nueva reunión, y se ha dicho que este país no está cumpliendo con lo prometido.

En la parte económica vendrá la decisión de política monetaria de la Fed, y a pesar de las presiones del presidente Trump para no subir las tasas de interés, es claro que el organismo deberá actuar en función de su mandato, hoy con pleno empleo y con una inflación en su objetivo. La economía crece a un ritmo importante y la reducción de impuestos sigue permeando hacia un mayor nivel de consumo e inversión.

También se tienen en noviembre las elecciones intermedias en Estados Unidos, en donde, hasta ahora, las encuestas están dando una ventaja a los demócratas para dominar las Cámaras alta y baja, con lo que se dificultaría el trabajo de la administración Trump para los siguientes dos años.

 

Juan Ángel Espinoza

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