“¡La tierra es primero, el aeropuerto al basurero!” y “¡Atenco vive, la lucha sigue!”, fueron parte de las consignas que el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra llevó a la oficina de Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo, para exigir la cancelación del proyecto actual del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Con machetes en mano, los quejosos demandaron al morenista la creación de seis mesas de discusión públicas y una de conclusiones,  así como un recorrido por la zona, dado que afirmaron que cuentan con un estudio técnico, realizado por especialistas que no citaron, en el que se argumenta porque no es viable el proyecto que se desarrolla en Texcoco.

Según su documento, el suelo del terreno de la zona presenta hundimiento desigual anual de entre 20 y 30 centímetros, lo cual eleva el costo de construcción y mantenimiento.

Además, no se está considerando que es una zona sísmica, donde los temblores del año pasado hundieron la construcción cinco centímetros.

Además, pidieron a López Obrador que defina la ruta clara de la consulta, con la cual prevé definir el destino de la obra (mantenerla, concesionarla o cambiarla por dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía).

“Hacemos un llamado al Presidente electo para que defina con claridad los plazos del proceso en que se basará para tomar la decisión sobre cancelar o no el nuevo aeropuerto. La ambigüedad en la que ha sido en este aspecto no abona a la certeza política de ningún sector”, expresó Alondra Ramos, una de las integrantes de la comisión representativa que entregó el documento técnico.