Un glaciólogo islandés comprobó en 2014 que en menos de cien años el citado glaciar había pasado de 15 kilómetros cuadrados y un grosor de 50 metros, a tan solo un kilómetro cuadrado y 15 metros de grosor
Un glaciólogo islandés comprobó en 2014 que en menos de cien años el citado glaciar había pasado de 15 kilómetros cuadrados y un grosor de 50 metros, a tan solo un kilómetro cuadrado y 15 metros de grosor