La reconstrucción de la Delegación Cuauhtémoc y el cambio del régimen político se anteponen al proyecto personal de Ricardo Monreal, afirmó éste durante su segundo informe de laborales como jefe delegacional de Cuauhtémoc, emitido durante esta tarde en la explanada delegacional.

 

Ataviado con traje negro y corbata guinda (color emblema de Morena),  el político de origen zacatecano en esta ocasión no tuvo que agradecer la presencia de una “baraja” de políticos emanados de diversos partidos, como sucedió en su primer informe, pues sólo acudieron diputados locales de Morena afines a él, así como la diputada priista Dunia Ludlow y el legislador pevemista Xavier López Adame.

 

Monreal Ávila desglosó  logros en obra pública, desarrollo social, protección civil, rehabilitación de espacios públicos y de edificios delegacionales, así como la mejora de condiciones laborales para los trabajadores.

 

“Estamos muy orgullosos de anunciar que la semana entrante inauguraremos la primera Clínica Delegacional, en la que ofreceremos los siguientes servicios: consulta general y dental a población abierta, con especialidades de mastografía, electrocardiograma, laboratorio clínico, densitometrías, enfermería, optometría, ultrasonido y manejo de farmacia”.

 

Además, informó que solicitó al líder del Sindicato de Trabajadores de la Ciudad de México, Juan Ayala, que mil 080 trabajadores  de nómina ocho obtengan una base laboral.

 

El informe se extendió a más de una hora, y con el caer del anochecer afirmó que es un político firme, pese a que tuvo un proceso de indignación.

 

“Me pesa y me preocupa más el desastre nacional en el que estamos cayendo,  esta decadencia política que persiste, es más fuerte el sentido de la restauración y la necesidad de un cambio de régimen que una aspiración personal”, expresó.

 

Además, enfatizó que no se consumió por la ambición, y pese a que aún hay una propuesta que escuchar, la que le ofrecerá mañana Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, se mantendrá en el cargo.

 

“Seguimos de pie, no abandonamos luchas, sí escuchamos pero seguiremos sirviendo a nuestra demarcación. Muchas gracias por acompañarme, ha sido un informe largo pero era necesario, ¡qué viva la Cuauhtémoc! ¡Qué viva México! ¡Qué vivan los hombres y mujeres de nuestra ciudad!”, fueron las frases con las que concluyó el discurso.

 

dca