Cuando en los medios de comunicación hablan de los hackers, ilustran el tema con imágenes de hombres muy jóvenes enconchados frente a una computadora con una sudadera con capucha, un estereotipo totalmente lejano de la apariencia real de esos delincuentes.

 

Sucede lo mismo cuando el tema a discutir es el bitcoin; la ilustración es una enorme moneda de oro muy brillante y un símbolo de una B con dos líneas verticales que recuerdan el símbolo del dólar.

 

Es la imagen encargada a algún diseñador para representar algo que simplemente no existe en el terreno físico, nadie ha visto o tocado un bitcoin nunca.

 

Hay ciertamente un mundo desconocido para la mayoría de los mortales donde esa convención virtual de intercambio al que se le asigna un valor y se intercambia con una cotización frente a monedas reales como el dólar.

 

Es verdad que las propias monedas que utilizamos no son otra cosa que pedazos de papel o de metal al que le hemos asignado un valor de intercambio, en el que todo el mundo está de acuerdo que 100 dólares en un billete pueden tener un costo de unos centavos por el papel y la impresión, pero que su valor de intercambio es mucho más elevado.

 

Pero un dólar, un euro o un peso mexicano está respaldado por una institución, un banco central, que responde por su poder de compra. Solían ser lingotes de oro lo que respaldaba a los billetes, pero ese patrón oro fue rebasado por el tamaño de las economías.

 

Los valores virtuales de intercambio son una novedad para nuestras generaciones. Pueden ser el futuro del intercambio de bienes y servicios en el futuro, pero por ahora el bitcoin es un instrumento que hay que ver con mucho cuidado, sobre todo cuando se le observa con ánimo especulativo.

 

Si ya resulta complejo entender el funcionamiento de un banco central y sus diferentes tipos de circulante, es mucho más denso comprender que ahora en la virtualidad de la Red lo que rige es el SegWit2X, que es más seguro que el BIP 91 para el bitcoin mining.

 

Empieza a generarse la idea de que el bitcoin es una forma sencilla y segura de hacer grandes ganancias y que es muy fácil entrar al mundo de la especulación de esta moneda virtual, a la que muchos creen que no tiene otra posibilidad que subir y subir su valor.

 

No es para menos ver que el bitcoin ha tenido un avance de 180% en lo que va del año. No hay duda de que alguien ha ganado, y mucho, con esta apuesta virtual. Pero también está claro que genera ambiciones que pueden acabar con el patrimonio de los que no entiendan el mercado y se acerquen a los operadores inadecuados.

 

El boom bursátil de México en 1987 provocó que muchos vendieran hasta su casa para hacerse ricos, y lo perdieron todo. El bitcoin, que es un acto de fe financiera, puede dejar varios especuladores villamelones.

 

Pronto podría escuchar ofertas para especular con bitcoins; haga caso a su sentido común y decida.

 

caem