China podría volverse "demasiado riesgoso" para las empresas estadounidenses si no cambia el clima regulatorio
Foto: Especial | Pekín afirmó ayer que tomará las “medidas que sean necesarias” después de que Estados Unidos anunciara una ola de sanciones que afectan a empresas chinas y de otros países que ayuden a Rusia  

Pekín afirmó ayer que tomará las “medidas que sean necesarias” después de que Estados Unidos anunciara una ola de sanciones que afectan a empresas chinas y de otros países que ayuden a Rusia en la compra componentes para fabricar armamento para la guerra en Ucrania.

“China insta a Estados Unidos cesar de desprestigiar y restringir a China y a dejar de aplicar sin ningún sentido sanciones ilegales y unilaterales”, declaró un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en un mensaje enviado a AFP.

“China tomará todas las medidas que sean necesarias para defender de forma resuelta los derechos e intereses legales de las empresas chinas”, añadió. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el miércoles sanciones para frenar la capacidad industrial y militar de Rusia que afectan a 300 entidades, entre ellas decenas de compañías acusadas de facilitar que Rusia compre en el extranjero tecnología y equipamientos.

En la lista negra hay empresas con sede en China, que enfrenta una creciente presión de Estados Unidos después de que más de 15 meses después de que Rusia lanzara la invasión contra la exrepública soviética, Pekín siga sin condenar la ofensiva.

China insistió el jueves que no es “ni causa ni parte” en la crisis en Ucrania y declaró que tiene derecho a establecer relaciones comerciales “normales” con todos los países, incluyendo Rusia.

El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció una nueva ola de sanciones contra empresas e individuos rusos o extranjeros que se considera participan en la invasión rusa a Ucrania.

Además de las empresas de defensa rusas, las sanciones afectan a unas sesenta empresas y personas extranjeras, en particular chinas, acusadas de “ayudar a Rusia a adquirir componentes clave para la fabricación de armas o programas de defensa”, según el comunicado.