Recordando a los asaltos a las diligencias del Viejo Oeste, carreteras y autopistas mexicanas se han convertido en cotos de caza de criminales y bandidos en busca de botín, hurtado de transportistas que trasladan mercancía para diversas empresas.
El 29 de febrero pasado tocó el turno a un transporte de la empresa Ralca, en los límites de Puebla y Oaxaca, en dirección a Tehuacán.
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El transporte fue interceptado por un vehículo particular, que se encargó de rebasarlo y lo obligó a disminuir la velocidad y finalmente detenerse, aprovechando que en el carril contraría se aproximaba una fila de vehículos, impidiendo la evasión del conductor de la empresa.
Una vez interceptado el transporte, el conductor fue obligado a cambiar de asiento, cediendo el lugar del piloto a uno de los delincuentes, quien quedó grabado debido a las diversas cámaras con las que cuenta el vehículo.
Este método de atraco, en el que los asaltantes utilizan de uno a tres vehículos, se ha reportado en vialidades interestatales, obligando en ocasiones a los conductores de los transportes a acelerar para evadir a los delincuentes e incluso a embestir los vehículos que buscan interceptarlos.
¡Fue interceptado por un vehículo! 😤 Así asaltaron a un transportista de la empresa Ralca en los límites de Puebla y Oaxaca en dirección a Tehuacán.https://t.co/bOtldszxSL pic.twitter.com/uuLYkTkOTL
— @diario24horas (@diario24horas) March 14, 2024
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Este delito ha alcanzado tal magnitud, que el 9 de febrero pasado la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) informó que se reunió con funcionarios de alto nivel del Gobierno federal con el objetivo de alcanzar acuerdos que permitan atender y dar solución a la problemática en materia de inseguridad que se vive en las carreteras del país.
Esto luego de que el pasado 1 de febrero enviaron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, en el que se solicitó un diálogo para buscar una solución para brindar seguridad a los operadores que transitan por las carreteras de México.
EAM