Activistas y diputadas alertaron sobre la falta de regulación adecuada en la maternidad subrogada por lo que se ha multiplicado en varias entidades del país y podría constituir una nueva modalidad de trata de personas.
La diputada Blanca Alcalá Ruiz (PRI) dijo que existe mucha información sobre este tema y es necesario conocer el análisis y conclusiones de especialistas para enriquecer las propuestas e iniciativas y avanzar en una legislación que prohíba la gestación subrogada.
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“Los resultados de esta mañana marcan el inicio de una etapa que debe fortalecer la protección de los derechos de las mujeres con experiencias y propuestas de la academia y la sociedad civil”, expresó al participar en el foro “Prohibición de la maternidad subrogada mediante cualquier modalidad o acuerdo”.
Afirmó que los avances hacia la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres se ven opacados por las condiciones de desigualdad, pobreza y violencia sistemática hacia las mujeres, que posibilita que sean víctimas de otras formas explotación, como los vientres de alquiler y la entrega de recién nacidos a cambio de una remuneración económica y no hay un marco legal e institucional que las proteja de manera eficaz.
Esta práctica, tal como existe, sostuvo, ha ocasionado que en algunos estados la legislación la permita, pero hay vacíos que ponen en grave condición de vulnerabilidad a las mujeres mexicanas.
La activista por los derechos de las mujeres, Beatriz Cosío Nava, afirmó que la agenda feminista no contempla legalizar la maternidad subrogada y se pronunció por promulgar leyes que protejan los derechos de las mujeres y adoptar medidas para impedir la venta y trata de niñas y niños.
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Nuria González López, también activista, alertó que México está en riesgo de convertirse en el útero del mundo, por lo que urgió a promover leyes que prohíban definitivamente el alquiler de vientres en cualquiera de sus formas, pues se encuentra en la mira de todas las empresas de explotación reproductiva.
La diputada Joanna Felipe Torres (PAN) apuntó que esta es una nueva forma de explotación de las mujeres y representa la comercialización de niñas y niños.
Destacó la importancia de que los trabajos se enfoquen en la gestación subrogada, referida en unos casos como la comercialización del cuerpo humano, los llamados “vientres de alquiler”, actividad que está expresamente prohibida en países como España e Italia, y los que la permiten, como Canadá y Reino Unido.
EAM