Foto: Archivo |  

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) no entregará los contratos, que vía transparencia se solicitaron, sobre los contratos con los que se adquirió el software espía Pegasus, aseguró su titular, Pablo Gómez.

“Lo que la Unidad de Inteligencia Financiera ha querido evitar, son dos personas, al parecer, que está solicitando la información a través de Transparencia que mostremos el diagnóstico.

“El diagnóstico contiene, o más bien hace referencia a la tecnología que utiliza la UIF en sus actividades que le corresponden. Esa tecnología no es pública, no puede serlo, es por definición y y sin tener que hablar mucho, un asunto de seguridad nacional”, sostuvo el funcionario.

Explicó que todas las unidades de inteligencia financiera en el mundo confeccionan su propia tecnología, sus métodos, sus elementos de análisis y sus instrumentos.

La UIF mexicana, continuó Gómez, ha creado su propia tecnología adecuada a las facultades legales que tiene, “al hecho de que recibe todos los días centenares de miles de reportes y avisos en una compleja estructura tecnológica”.

“No debemos hacer eso, pero parece que en el Instituto de la Transparencia no se puede entender algo tan simple como lo que acabo de decir y está pedido el diagnóstico.

“Además, respecto de lo demás, tampoco lo vamos a poder dar porque la propia Corte está diciendo que entreguemos una versión pública testada donde no haya nombres, no haya cuentas, no haya más que cantidades que van a estar volando porque de quién era y para qué se pagaron no se va saber”, dijo.

Gómez expuso que de parte de la UIF pueden decirlo sin problema, pero la cuestión es no revelar la operación, la tecnología, “las cosas que son verdaderamente de seguridad nacional; queremos que siga funcionando la inteligencia financiera en México”.

Enfatizó que la unidad a su cargo no es la autoridad que deba entregar públicamente contratos porque no firman contratos , la autoridad se los muestra y en la UIF los analizan, así como las operaciones de carácter financiero involucradas en los pagos.

“A la Unidad de Inteligencia Financiera le corresponde dar los elementos para documentar que el equipo que se compró estaba sobrevaluado, hubo un fraude y se compró por más de lo que valía.

“La forma en que fue utilizado el equipo no le corresponde a la UIF, sino a otras autoridades y está abierta una carpeta de investigación en la Fiscalía General de la República”, indicó.

LDAV