Los convocantes buscan una causa.

 

Una razón para aglutinar el 18 de febrero a decenas o quizá cientos de miles de personas como sucedió el 13 de noviembre de 2022 bajo la consigna El INE no se toca.

 

Hoy es una causa perdida.

 

El Instituto ya está en manos del lopezobradorismo a través de su personera Guadalupe Taddei y sus poderes metaconstitucionales para manejarlo y manejarse.

 

Esos poderes los ha recibido la sonorense de otra institución de Estado (¿o ex institución de Estado), el Tribunal Electoral de Mónica Soto.

 

Hoy no puede ser, dada la cooptación de ambos órganos, la razón para defender la democracia, exigir manos fuera del Presidente en el proceso electoral y demandar una elección limpia.

 

Por eso se busca una frase impactante a una concentración cuya misión es retar a Andrés Manuel López Obrador: ocupar la Plaza de la República (espacio apropiado por Claudia Sheinbaum) y tomar la Plaza de la Constitución.

 

Misión suprema, pues el Zócalo fue cerrado por los Gobiernos federal y capitalino para evitar el uso del corazón de México por la oposición y en concreto de las organizaciones aglutinadas en torno a Xóchitl Gálvez.

 

VIENE LA BATALLA MÁS DURA

 

 

El punto de partida es combatir la elección de Estado.

 

¿Dice algo esa expresión a la ciudadanía?

 

Tal vez poco.

 

La inmensa mayoría no entiende esa expresión y ni siquiera la frase alterna, Marcha en defensa de la democracia, para combatir la intervención de Andrés Manuel López Obrador y su gobierno en un proceso ciudadano.

 

Tampoco entiende por qué se dará la voz a Lorenzo Córdova Vianello, quien junto con el exconsejero Ciro Murayama puso el pecho para defender la autonomía del INE y su asolación.

 

A aquella gran movilización -no más de 10 mil, según el disimulo de Martí Batres– siguió otra el 26 de febrero con el ministro en retiro José Ramón Cossío y la periodista Beatriz Pagés de oradores.

 

El mayor promotor de aquella y el próximo desfile de demócratas, gestor a la vez de la Alianza por México y su título sucedáneo Fuerza y Corazón por México, es sin duda Guadalupe Acosta Naranjo.

 

Se trata, dice él, de concienciar a la gente sobre “la batalla más dura del siglo” para mantener la independencia ciudadana, el voto libre y frenar el presidencialismo agobiante.

 

PROMOCIÓN INTERNACIONAL

 

1.- Xóchitl Gálvez ha comenzado a internacionalizarse como precandidata a la Presidencia de la República.

 

El martes se entrevistó con el expresidente español José María Aznar, un hombre de derechas, y el lunes asistirá al encuentro American Leaders Series en la Ciudad de México.

 

Es organizado por la American Society y Larry Rubin, representante del Partido Republicano y de la campaña de Donald Trump en México.

 

El 5 de febrero iniciará una gira de varios días por Nueva York y Washington invitada por congresistas republicanos y demócratas, con quienes se entrevistará en el Capitolio.

 

Y luego irá a España a diferentes encuentros durante tres días y así conoceremos su posicionamiento ante el mundo.

 

Y 2.- La revitalización de Acapulco tras la destrucción del huracán entra a su fase cultural.

 

La gobernadora Evelyn Salgado promueve conciertos de la Orquesta Filarmónica de Acapulco para este jueves.

 

Luego ofrecerá muchas presentaciones en distintos lugares del estado con noches de gala y actuaciones en municipios a donde no han llegado este tipo de espectáculos.

 

     @urenajose1

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