Las grandes obras del Presidente no son, como se dice, con ligereza, ni operaciones masivas de corrupción, ni actos descomunales de improvisación narcisista. No seamos injustos. El Presidente, con ese corazonzote, lo único que quiere es servir al pueblo.

Lo que les pasa a esas obras es que son, como su impulsor, para decirlo en una palabra, atrabancadas. Como que les falta un punto de madurez. O sea que si nuestro Presidente hubiera suspendido un momento su amor arrebatado por el pueblo y hecho una pausa reflexiva; si les hubiera dado una pensadita, pues, la cosa hubiera salido, bueno: espectacular. Va un ejemplo.

Primero, cierras un aeropuertotototote, Texcoco, para hacer un aropuertititito, el AIFA, en el que ni las moscas se paran. Para meterle presión al pueblo malo y obligarlo a ir al AIFA, decides, en segundo lugar, colapsar un aeropuertutututucho, el “Benito Juárez”, que a pesar de todo, y aunque muy mal, funciona, y, tercero, crear o volver a crear una aerolineuchuchucha, Mexicana, que dejamos de usar hace años porque daba un servicio igual de malo que, digamos, Luz y Fuerza. Resultado: vuelos tan vacíos como el AIFA, a pesar de que los subsidias para meterle presión a las aerolíneas de verdad.

Luego, en cuarto lugar, decides que la mejor manera de solucionar el problema –creado por ti, se entiende que también por amor al pueblo– del desabasto de medicamentos es, literalmente, crear una farmaciototototota donde estén todas las medicinas del mundo.

Para tal efecto, habilitas una bodegototototota que cuesta una lanototototota. Bueno: es en este punto donde se ve el atrabancamiento. ¿No era cosa de hacer una pausa reflexiva y reutilizar el AIFA como bodega? Piénsenle. Ya están ahí los changarros vacíos para guardar las medicinas y los aviones y las pistas vacíos para que salga que el Dramamine a Nayarit, que las Abdala a Zumpango, que los ventiladores de Conacyt a Tzintzuntzan.

Por decir. Evidentemente, una decisión de ese tipo no es incompatible con que el AIFA, rebautizado como MFFA (Mega Farmacia “Felipe Ángeles”), conserve sus puestos de doraditas y sus tianguis de ropa.

Puestos a soñar, el “Proyecto MFFA” hubiera sido un buen pretexto para crear una paraestatal de carretillas que lleven las medicinas hasta el avión. Digamos, “Diablitos del Bienestar”. Cosa de que uno de los amigos del clan se arme una empresa que los venda, sin licitación de por medio para meterle velocidad. Lo bueno es que ahí viene Claudia. Igual y gracias a ella, con esa cabeza científica, se arma.

 

      @juliopatan09