La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que de las 210 principales presas que surten al país, hay 115 que están por debajo de 50 por ciento de sus capacidad y que los estados más afectados son Sonora, Sinaloa, Michoacán, Tamaulipas y Nuevo León.

Además los datos indican que Hidalgo,Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Querétaro y Puebla son los más afectados por la sequía, donde los niveles van de severo a extremo.

En general, las presas tienen una reducción de 21 mil 942 millones de metros cúbicos, con respecto a la media para estas fechas.

Tan solo la Vicente Guerrero (Hidalgo) tiene 3 por ciento de llenado, Santa Elena; 16 por ciento, José López Portillo (Durango), 18 por ciento; El Molinito (Sonora) 9 por ciento; El Palote (Guanajuato) 7 por ciento; El Peaje (Querétaro) 7 por ciento; Cerro Prieto (Nuevo León) 11 por ciento; y La Codorniz (Aguascalientes) 9 por ciento, entre otras.

Durante la sesión semanal del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas, se informó que las 210 principales presas de México, que en conjunto tienen la capacidad de almacenar 92 por ciento del agua de los embalses del país, se mantienen en 52 por ciento de su nivel total de llenado. 

Se indicó que en la última semana su volumen de contenido pasó de 66 mil 918 millones de metros cúbicos (Mm3) a 65 mil 448 Mm3. 

Sin embargo, se reportó que hay ocho embalses que superan ciento por ciento su capacidad; 40 de ellas están entre 75 y 100 por ciento; 47, de 50 a 75 por ciento; y 115 están por debajo de 50 por ciento.

VÍCTIMAS DE LA ESCASEZ

Algunos estados del país que padecen los estragos de la escasez son San Luis Potosí, donde el Gobierno solicitó a finales del año pasado la Declaratoria de Desastre Natural, por el impacto a la comunidad agrícola y ganadera que afecta la producción de alimentos y pone en riesgo la estabilidad económica de diversas familias en la región. 

En Michoacán, el impacto de la “aguda escasez” impactó a 111 de los 113 municipios, por lo que las autoridades estatales implementaron el Plan Hídrico para la Mitigación de la Sequía, cuyo objetivo es mitigar el impacto para el sector agropecuario y combatir los estragos en 58 mil hectáreas de cultivos, principalmente de maíz y sorgo, así como a productores ganaderos.