Será muy interesante ver cómo sortea Marko Cortés  la crisis política que desató al interior del Partido Acción Nacional (PAN), luego de que la semana pasada se balconeó al publicar un documento con el que pretendía presionar al gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, para que cumpliera con un pacto político firmado durante el proceso electoral del año pasado.

Y es que, a diferencia de los acuerdos políticos que suelen signar los diferentes partidos con miras a impulsar una coalición y en la que se reparten posiciones de poder y candidaturas, el “botín” que exhibió el aún dirigente nacional blanquiazul, incluía también 20 por ciento de las oficinas de recaudación, seis notarías públicas, la entrega del subsistema de educación, el Instituto de Transparencia y la ratificación de un magistrado.

La torpeza exhibida por Marko Cortés al hacer público ese documento, provocó la molestia de varios actores panistas de alto nivel que lo emplazaron a dar una explicación sobre el convenio, pero también a ofrecer una disculpa pública, lo que hasta este momento no ha ocurrido, y por el contrario, solo ha tratado de justificar la negociación de esas posiciones.

Sin embargo ya hay voces al interior del blanquiazul que han ido más allá y para muestra está el caso del Consejo Estatal del PAN en Coahuila, que después de una sesión que se prolongó por espacio de diez horas, sus integrantes exigieron la renuncia a la dirigencia nacional, pero también que sea sacado de la lista de candidatos a senadores plurinominales, pues lo acusan de ser el responsable de haber reventado la coalición con el PRI y el PRD en la entidad.

Nos dicen que el encuentro del Consejo Estatal, que se llevó a cabo el fin de semana en Saltillo, se convirtió en el escenario para que sus miembros mostraran su repudio hacia el líder nacional, pues hicieron fuertes críticas y señalamientos en su contra y acusaron al líder nacional del blanquiazul de haber negociado ese pacto a sus espaldas, pues ellos no fueron enterados de lo que contenía el documento.

Ayer mismo, el exgobernador panista de Querétaro, Francisco Domínguez, se fue con todo contra Marko Cortés, a quien calificó como “dizque líder” y lo tachó de “pendejo”.

“Ayer vi de cerca al dizque líder de mi partido, y que bueno que no nos cruzamos, por que sí le hubiera dicho al estilo Xóchitl: ‘es un pendejo’”, afirmó el exmandatario estatal, y abundó: “Por Dios, pedir seis notarías(…) ¿Qué tiene seis amigos? ¿O las iba a vender? que lo diga”.

Y en el cuarto de guerra de la precandidata presidencial del Frente Opositor, Xóchitl Gálvez, también están que trinan contra el panista, pues consideran que su desliz los deja muy mal parados, y más cuando son ellos quienes han emprendido una férrea defensa de los organismos autónomos como el INAI, ante los intentos del Gobierno de la 4T por vulnerarlos.

En el equipo frentista consideran que este error de Marko les podría restar simpatizantes, y más en este momento que están echando toda la carne al asador para tratar de levantar la alicaída campaña de Xóchitl.

 

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@JuanMDeAnda