La publicación del acuerdo firmado con el PRI, realizada por el presidente del PAN, Marko Cortés, ha tenido un altísimo costo político para la alianza opositora:

 

No solo le dio material a Morena para cuestionarlo en redes sociales, sino que además le quitó el foco de atención a un escándalo que es, por sus implicaciones, mucho más grave que el pacto de Coahuila: el involucramiento de otro hijo de López Obrador como intermediario de las grandes obras sexenales.

 

Lo del pacto en Coahuila resulta escandaloso no por lo pactado sino porque, en un berrinche que solo muestra su falta de inteligencia política, Cortés no midió las consecuencias que arrojaría sobre la candidata presidencial frentista Xóchitl Gálvez.

 

¿A poco Morena, el Verde y el PT no hacen pactos, quizá más vergonzosos que el firmado entre PRI y PAN?

 

Sería muy interesante que se conociera cómo se hizo la negociación para que el Verde mantuviera el control de Quintana Roo, pese a todas las denuncias en su contra.

 

O el caso de Michoacán o Tamaulipas.

 

Pero esas son otras historias.

 

El asunto aquí es que los medios y las redes sociales fijaron la mira en este tema, sin reparar en las graves implicaciones derivadas de la participación del hijo de López Obrador, de nombre Gonzalo, alias “Bobby’’, en la asignación de contratos para la construcción del Tren Maya.

 

López Obrador no negó (obviamente tampoco aceptó como cierta la información publicada por Carlos Loret), sino que solo respondió con insultos y el gastado argumento de preguntar cuánto gana el periodista.

Más grave que el pacto de Coahuila es el pacto de los hijos del Presidente con sus cuates para asignarles obras.

 

Ahí están las pruebas, los audios, los documentos que prueban los compadrazgos que dijo el Presidente jamás iban a ocurrir en su sexenio.

 

Sigamos cuestionando el poco tacto de Cortés, mientras Morena grita ¡al ladrón, al ladrón!

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Por cierto, eso de la austeridad republicana resultó ser un cuento, malo, pero cuento al fin.

 

Si no, échele un ojo a lo que ocurre en Sinaloa con los hijos del gobernador Rubén Rocha Moya y su secretario general de Finanzas, Enrique Díaz Vega, que tienen los recursos suficientes para contratar vuelos privados de placer y, suponemos, algunos de trabajo.

 

Nomás para que se den una idea, en febrero del año pasado, un grupo de 8 personas, entre ellos los hijos del gobernador, Rubén, Ricardo y José de Jesús Rocha Ruiz, sus respectivas esposas, así como Díaz Vega y su esposa, viajaron en jet privado a Las Vegas, ida y regreso, por supuesto.

 

La Jefatura de Crédito y Facturación de Aeropuertos y Servicios Auxiliares factura a la empresa Servicios Aéreos ACROSS S.A de C.V, que es la encargada de gestionar los viajes.

 

Ojo, no se señala que hayan sido utilizados recursos públicos (no hay pruebas por el momento), sino que simplemente se plantea la incongruencia del discurso de la austeridad con la realidad del lujo.

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La presidenta municipal de Tijuana, Montserrat Caballero, anunció ayer que la deuda por 2,290 millones de pesos contratada por el Ayuntamiento que gobernó en 2008, fue liquidada.

 

En otras palabras, que el municipio fronterizo tiene hoy finanzas sanas, pese a que el pago de ese crédito se había programado para el año 2040.

Caballero busca la reelección en el cargo pero se enfrenta a la resistencia de la gobernadora Marina del Pilar Ávila.

 

     @adriantrejo