Como en 2017, Puebla volvió a ser el epicentro de un sismo de más de 5 grados de magnitud, pero ahora el epicentro fue en Chiautla de Tapia y fue de 5.7.

El movimiento se sintió en toda la entidad y otros estados como Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Ciudad de México, Hidalgo y Estado de México.

Aunque autoridades de Protección Civil estatales y federales reportaron saldo blanco, el miedo se apoderó de millones de personas que lo sintieron y salieron de sus casas, negocios y escuelas para salvaguardarse.

En Puebla sonaron las alarmas sísmicas y los principales edificios públicos fueron desalojados, así como instituciones educativas y hospitales. 

El gobernador, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, informó que se percibió en 18 municipios,de los 217 en la entidad y reportó que no hubo afectaciones en inmuebles o dependencias de su administración.

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RECUERDO AMARGO

La tragedia de 2017 revivió, según Efraín Meléndez, padre de familia, que se encontraba esperando la salida de su hija, en una institución del Centro Histórico de la capital poblana, cuando se activó la alerta de la escuela y de forma inmediata sintió el movimiento trepidatorio en sus pies.

Dos brincos que lo alertaron para localizar a su pequeña y ubicarse en la zona segura de la escuela que está pintada de verde en el patio central.

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Trabajadores del primer cuadro de la ciudad comentaron que nuevamente sintieron miedo y recordaron el escenario de hace seis años, donde las calles de Puebla se llenaron de humo y caos, pero que en esta ocasión agradecen que sólo haya sido un susto y comentan que la alerta sísmica no permitió la evacuación antes del temblor por la cercanía del epicentro pero se cumplieron con los protocolos y después de una inspección a terminar su jornada laboral.