Probablemente si Argentina hubiera estado en México no le habrían dejado tantos años a su suerte – imbuidos en la corrupción – no ayudaron a que este maravilloso país del cono sur pudiese salir adelante.

Cuando Javier Milei se impuso de manera categórica sobre su contrincante, el empedernido continuista Sergio Massa, enterró al peronismo, al populismo y al kirchnerismo. Detrás dejaba un último gobierno, el de Alberto Fernández, dónde los malos manejos y la economía descontrolada fueron moneda de cambio.

Con Sergio Massa, quien fuera ministro de economía y perdedor contra Javier Milei, las macro finanzas argentinas dejaron de tener un rumbo. La inflación se convirtió en un caballo desbocado sin límites. Llegó al 144 %, las reservas del país tuvieron cifras de hasta menos once mil quinientos millones de dólares y la deuda pública de cuatrocientos quince mil millones de dólares. Además, estuvieron prácticamente sin dinero real en el bolsillo. Así es como deja Sergio Massa el panorama de las finanzas argentinas que ahora tendrá que poner un cataplasma para arreglarlas.

Ahora, como jefe del estado, Javier Milei deberá atemperar sus modos. Esos exabruptos extemporáneos, su voz que se alzaba según se iba auto enojando, tendrá que modificarlos si quiere de verdad que en Argentina exista el cambio que se necesita. Es eso además de las muchas promesas que hizo. Entre otras la controvertida dolarización.

Irrumpió con fuerza en el escenario político y demostró que puede encantar a una ciudadanía ávida de soluciones. Pero hasta ahora se trata de eso, de un encanto. Habrá que ver si la magia se convierte en realidad.

Entra en la esfera de la alta política como un controvertido dentro de los controvertidos. Su relación con Donaldo Trump y con muchos mandatarios de la extrema derecha mundial hace que lidere ahora el cambio hacia no sabemos muy bien el rumbo. Si le sale bien la jugada podría abrir la posibilidad hacia nuevas y enigmáticas maneras de gobernar. Si no le sale, se verá abocado a dar un golpe casi letal a esa manera ultra de pensar.

Habrá que darle el beneficio de la duda y esperar, aunque Milei no debe olvidar que nada es para siempre.

 

    @pelaez_alberto