A unas semanas de las fiestas decembrinas, las alcaldías Tláhuac y Xochimilco tienen listas cerca de 2 mil toneladas de romeritos, un quelite tradicional en la capital del país.
Los romeritos son una planta comestible que se consume desde tiempos prehispánicos, cuando los aztecas los preparaban con ahuautles, que son los huevecillos del mosco acuático que vive cerca de los lagos, explicó la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural de la CDMX.
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El platillo se acostumbra en mole o chile pasilla con tortitas de camarón seco, lo que le ha dado identidad.
Esta tradición de comer romeritos en Navidad se remonta a la época colonial, cuando las monjas de los conventos crearon un platillo barato y sabroso con los ingredientes que tenían a la mano, como los romeritos, las papas, los nopales, las nueces, el cacahuate y el mole.
Originalmente, al platillo se le conocía como “revoltijo”, por la mezcla de ingredientes europeos y mexicanos que contenía.
Aunque el principal productor de este manjar es el pueblo de San Andrés Mixquic, también se cultiva romerito en el Ejido Tulteyualco, Ejido Mixquic, El Llano Tetelco y El Llano Ixtayopan.
Estas comunidades comparten la cultura chinampera, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y uno de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la FAO.
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Se estima que este año el romero se ofertará desde 16 o 17 pesos el kilo, dependiendo de la calidad y el lugar de venta. Las plantas deben tener una altura de 15 a 80 centímetros.