La Misión de Observación de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania (HRMMU, por sus siglas en inglés) publicó el 21 de noviembre un informe en el que afirma que más de 10 mil civiles, incluidos más de 560 niños, han perdido la vida en Ucrania desde que Rusia lanzó su invasión en febrero de 2022. El informe indica que más de 18 mil 500 civiles también han resultado heridos durante el conflicto.

Danielle Bell, que encabeza la misión de seguimiento, expresó su profunda preocupación y calificó las 10 mil muertes como un “hito sombrío para Ucrania”. Hizo hincapié en que la guerra, que entra en su mes veintiuno, corre el riesgo de convertirse en un conflicto estancado y prolongado.

La HRMMU señaló que la cifra representa muertes de civiles verificadas según su metodología, pero advirtió que la cifra real puede ser significativamente mayor debido a los desafíos y el tiempo requerido para su verificación. Particularmente preocupante es el hecho de que cerca de la mitad de las víctimas civiles ocurrieron lejos del frente de batalla; esto, debido al uso de misiles de largo alcance por parte de Rusia y la explosión de municiones que no estallaron al momento del impacto. Para Bell, “ningún lugar en Ucrania es completamente seguro”.

La situación humanitaria en Ucrania se está deteriorando rápidamente, agravada por los ataques rusos a la infraestructura energética y la anticipación de duras condiciones invernales. Actualmente está en marcha un Plan de Respuesta al Invierno, desarrollado por la ONU en colaboración con el gobierno de Volodímir Zelenski, pero requiere apoyo internacional urgente para proporcionar recursos esenciales a las 1.7 millones de personas en mayor riesgo por el frío.

Si bien los líderes europeos, incluido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, recientemente han visitado Kiev para mostrar su apoyo y prometer ayuda financiera, la situación no mejora. Por otro lado, la decisión de la Unión Europea (UE) de iniciar conversaciones formales de adhesión con Ucrania será un punto central en la próxima reunión del Consejo en diciembre.

En el marco del décimo aniversario de la Revolución del Maidán, una serie de protestas masivas que demandaron y finalmente llevaron a Ucrania a establecer lazos más cercanos con las democracias occidentales, el país sigue enfrentando un alto costo en términos de vidas civiles debido a su distanciamiento de la influencia de Moscú.