A punto de celebrarse el 30 aniversario del alzamiento zapatista en Chiapas el próximo 1 de enero, El Subcomandante Como Se Llame hoy ha regresado al lenguaje de los comunicados, pero con un mundo político y social mexicano que se divierte más con los tiktoks de youtuberos que con las andanzas del escarabajo Durito y su filosofía política desde las montañas del sureste mexicano.

En los últimos comunicados en días recientes, el jefe real del EZLN nos ha informado que Subcomandante Marcos no estaba muerto, sino que andaba de parranda, que ya regresó a la lucha y que por comportamientos nada agradables fue degradado a Capitán Marcos.

La mala noticia de Marcos y el EZLN es realmente muy mala: la propuesta sistémica zapatista después del fracaso de la conceptualización de naciones indígenas dentro de la reforma promovida por los acuerdos de San Andrés Larrainzar, fue audaz: los guerrilleros se sacaron de la manga la ocupación física y violenta de municipios chiapanecos para establecer comunidades autónomas en funcionamiento político y administrativo, aunque no en términos de seguridad y el gobierno los dejó para evitar más pleitos.

Aunque hubo algunos datos que circularon en los últimos años sobre la presencia del crimen organizado delictivo y del crimen político en Chiapas, ahora los zapatistas dicen que estos organismos clandestinos tomaron el control territorial del Estado federal en Chiapas por encima de los poderes institucionales del sistema político.

Después de la visita al entonces Distrito Federal en 2001, Marcos dejó de tomarse en serio: anunció su muerte y su inmediato renacimiento como Subcomandante Galeano y ahora mata a Galeano para decir que Marcos sigue tronando los chicharrones zapatistas.

La guerrilla militar fue derrotada en Ocosingo el 10 de enero de 1994, resultó desbordada por sectores políticos que pedían luchar por el gobierno y el EZLN se negó, perdió credibilidad con la derrota de la reforma indígena en 2001 y han pasado 20 años con espacios muy menores en el imaginario colectivo.

La guerrilla zapatista se pasa a retirar, mientras Chiapas se hunde en la anarquía.

Zona Zero

Sería muy importante que las autoridades aclararan si las organizaciones de narcotráfico que comenzaron a regalar despensas en Guerrero tienen el beneplácito gubernamental o de nueva cuenta el crimen organizado impone su ley ante el vacío de poder de las instituciones republicanas. Dos malas opciones.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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