Un robo a la vista de todos y hubo hasta quien lo aplaudió. Napito volvió a demostrar lo que es para el sector obrero, un explotador que lo único que persigue es su beneficio personal, siempre traducido en dinero.

Sin pensar más que en llenar hasta reventar sus bolsillos, Napoleón Gómez Urrutia utilizó su cargo como presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Senadores para proponer, con total abuso de poder, la aprobación de una reforma a la Ley Federal del Trabajo que obliga a los sindicalizados a pagar vía nómina las cuotas sindicales, quieran o no.

Un auténtico regalo para Na-pillo, como no creen en él y los trabajadores ya no quieren darle su dinero, en contubernio con los senadores se aprobó en este caso obligar a los mineros a dar parte de su salario a su líder y que este siga gastando sin darle cuenta a nadie, como desde hace 22 años.

No es la primera vez que Gómez Urrutia va contra el salario de la clase obrera. En 2019, los legisladores dijeron buscar una ley de trabajo con beneficios reales para los obreros, porque “primero los pobres”, pero no fue así. Una reforma promovida el líder sindical topó a 90 días las utilidades, reduciendo los ingresos que recibíamos por este derecho hasta en un 90 por ciento.

Tanto el presidente López Obrador, como en aquel entonces la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, aseguraron en La Mañanera que este cambio no afectaría a los mineros, que no veríamos disminuidos nuestros ingresos, pero no fue así, fue una mentira, una burla. Hay secciones que este año debieron recibir 80 millones de pesos y sólo obtuvieron 22 mdp, gracias a la reforma.

Aún demostrándoles que esa reforma es anticonstitucional, no han intentado revertir el daño, hicieron oído sordos al reclamo de los trabajadores, les han valido las marchas, los paros y las protestas.

Hoy le permiten a Napito seguir explotando por donde pueda a sus agremiados. Hace unos días, se reunió con un grupo de mineros para pedirle a todos los sindicalizados un día de salario por semana para apoyar tres huelgas que no existen. De la nada, pretende timarlos con 12 millones de pesos al mes.

Pero no fue el único cobro que exigió, solicitó tres meses de salario para el fondo de resistencia de huelga, son 40 mil pesos por trabajador, es decir, 300 millones de pesos en su poder. ¿Por qué quiere tanto dinero?, ¿ya se va otra vez de México?, ¿le creció la familia y no ajusta?

Por cierto, durante la aprobación de la nueva reforma, por demás abusiva, la senadora Patricia Mercado dijo meter las manos al fuego por Na-pillo y su inocencia, bien, pues la retamos a que demuestre con documentos reales y legales que Gómez Urrutia fue mínimo un mes trabajador de mina o de planta, si lo hace, yo renuncio a mi dirigencia sindical, pero si no, que ella haga valer su palabra y renuncie al senado por respeto a los trabajadores.

Senadora Mercado, hay cuatro laudos emitidos por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje contra su amigo, mismos que él y usted omiten y que lo obligan a pagar mil millones de pesos que les robó a los mineros. ¿A poco no sabía? Aprovechando, nos puede decir, ¿en calidad de qué fue enviada por el líder sindical a representar a los trabajadores en la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra, Suiza? ¿Quién pagó su viaje y qué experiencia sindical tiene para haber aceptado la invitación?

Toma nota Napito, cuando un sindicato hace bien su trabajo y respalda a sus trabajadores, las cuotas se dan por sí solas, de manera voluntaria. La reforma que aprobaron, no es otra cosa que un robo.

 

    @CarlosPavonC