Sólo ellos lo saben.

Hace un cuarto de siglo, o un poco más, el joven Omar García Harfuch no era disciplinado y tenía ciertas dificultades, estudio incluido, para obedecer a su madre.

Angustiada por su hijo, María Harfuch Hidalgo -una mujer de fe- analizó cómo reencauzarlo y recurrió a consejeros de tipo católico.

Sus relaciones le facilitaron llegar hasta el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, y uno de sus principales operadores, el padre Hugo Valdemar.

El segundo habló con el joven descarriado.

Le preguntó si quería una formación militar como su abuelo Marcelino García Barragán, secretario de la Defensa Nacional en los fatídicos sucesos de 1968.

O como su padre Javier García Paniagua, militar, político, senador, director de la Federal de Seguridad, subsecretario de Gobernación, presidente del PRI y secretario de la Reforma Agraria.

PALACIO CEDE POR SU AVANCE

Antes de concluir el segundo milenio posterior a Cristo, hacia 1999, encontraron una salida.

El joven Omar García Harfuch fue enviado a una escuela con reglas militares y él se convirtió en un hombre creyente y difusor de la fe.

Su formación fue variada.

Además de la escuela, empezó su capacitación definitiva en materia policiaca en México, la continuó en Israel y a su regreso en la Policía Federal.

Ha sido exitoso, aunque quieren relacionarlo con los sucesos de Ayotzinapa y en la verdad histórica, por la cual Jesús Murillo Karam ha sido acusado falsamente de tortura y manipulación de la justicia.

Tan exitoso como para atraer la atención de personajes del tamaño de Julio Scherer Ibarra, quien como consejero de López Obrador lo recomendó para secretario de Seguridad Ciudadana en la capital.

Claudia Sheinbaum lo arropó, le dio poder, le modificó la legislación, le otorgó facultades de investigación y eso lo aupó como personaje capaz de controlar la seguridad, como con Marcelo Ebrard fue Miguel Mancera.

García Harfuch va tras los pasos de Mancera, tal vez con mejor suerte porque el Presidente ha cedido a su avance demoscópico y Clara Brugada ya no es obstáculo.

Ahí se encuentra el fruto religioso, militar, político y profesional de Norberto Rivera Carrera, el padre Hugo Valdemar y el buen ojo formativo de su madre María Harfuch.

SENADORA MORENISTA AL PRI

1.- En tiempos de pesca Alejandro Moreno, Alito, puede presumir la incorporación al PRI de una perla morenista.

La senadora campechana Cecilia Sánchez García ha decidido dejar su bancada y sumarse a la de Manuel Añorve Baños.

El acontecimiento fue destacado con un acto donde Alito, su secretaria Carolina Viggiano y el coordinador Añorve Baños le dieron la bienvenida.

Exultante, Alito señaló:

Hoy lo más importante es sumar cada vez más voluntades dispuestas a luchar por un México mejor”.

Y 2.- El subsecretario de Inclusión Productiva y Desarrollo Rural de la Secretaría del Bienestar, Raúl Paulín Hernández, destacó los avances para la producción agropecuaria.

Inauguró en Puebla el Foro de Sistemas Cafetaleros y dijo que ellos forman parte de quienes están transformando el campo mexicano a través del programa “Sembrando Vida”.

En total 451 mil 670 campesinos de 23 estados han logrado hacer productivas un millón 129 mil hectáreas.

 

  @urenajose1

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