México, el país que renunció en el régimen actual a aplicar una reforma energética que encontraba una salida financiera para Petróleos Mexicanos y que mejor prefiere regalar petróleo crudo a la dictadura cubana.

Y no cualquier cantidad de hidrocarburos. De acuerdo con la agencia británica Bloomberg el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha regalado a la dictadura de Miguel Díaz-Canel, por lo menos 350 mil barriles en junio y 700 mil barriles en julio. Un millón de barriles de petróleo crudo que están de hecho registrados en los datos de la información portuaria.

Y esta agencia informativa calcula que hasta agosto pasado se habrían donado a Cuba un total de dos millones de barriles de petróleo para dar forma a este enorme regalazo.

La confirmación de que esto se trata de un donativo y no una venta al régimen cubano lo hizo una funcionaria que no deja de decepcionar desde el día uno en su nuevo encargo. La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, dejó esto claro en Nueva York.

Dijo la canciller que las donaciones petroleras a la isla se hicieron a través de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo pero que, con la propia situación financiera complicada en casa, ahora quieren que la dictadura empiece a pagar.

Aun si México fuera un país en jauja y Pemex una empresa en bonanza habría que cuestionarse si hay que estar del lado de un régimen como el cubano que no respeta los derechos humanos de sus propios ciudadanos.

Pero bueno, México tiene un régimen que devalúa la orden del Águila Azteca que López Obrador entregó a Díaz-Canel. Este es el país que infiltra en sus celebraciones de independencia a las tropas de un invasor como Rusia para que marchen y festejen ante los ojos del Presidente mexicano.

Además, México no es un país rico y Pemex es la empresa petrolera más endeudada del mundo y no están para hacer caridad con los tiranos.

Dos millones de barriles de petróleo a un precio de casi 90 dólares por barril, como hoy está la mezcla mexicana, son recursos que necesita este país. Son miles de millones de pesos que son más necesarios para apoyar a millones de pobres mexicanos que hoy no tienen ni siquiera servicios de salud básicos, entre muchas otras carencias.

Pero también, Pemex es una empresa que debe más de 110 mil millones de dólares, que está lejos de cumplir sus metas de producción, que tiene que ser rescatada con recursos públicos y que implica un riesgo financiero para toda la economía mexicana.

La reforma energética del sexenio pasado pretendía que particulares tuvieran el derecho de extracción de petróleo y que pagaran enormes cantidades por permisos e impuestos para poder comercializar esos productos y todo con su propio riesgo empresarial.

Pero no, los dogmas que acercan al gobierno mexicano con regímenes como el cubano, el venezolano o el de Vladimir Putin en Rusia, hacen que antes que sacar una ventaja para los mexicanos se opte por regalar, con transporte incluido, el petróleo a una dictadura.

Pero estamos en un punto en el que aun con las evidencias no pasa nada. Absolutamente nada.

 

      @campossuarez