La unidad de Morena es posible. También la legitimidad del proceso. Y contra ello no atenta la verdadera, real, evidente, demostrable competitividad existente entre las dos propuestas más destacadas.

Los estudios demoscópicos indican que ese partido puede ganar la elección incluso con Hugo López-Gatell. Algunos de tales análisis precedieron la decisión del propio exsubsecretario de apuntarse en la contienda.

Lo único que necesita Morena para ganar es tanto fortalecer el proceso iniciado ya por el presidente Andrés Manuel López Obrador como recuperar ritmo al punto en que fue dejado por la Coordinadora de Defensa de la 4T, Claudia Sheinbaum.

La historia y el futuro: ambos son relevantes.

Clara Brugada Molina, quien como Omar García Harfuch se registró ayer para competir por la candidatura al Gobierno de la CDMX, a diferencia de todos los nombres en el candelero, tiene una muy amplia base social, prestigio político, reconocimiento positivo, el más elevado entre los medidos por el Inegi en las 16 demarcaciones, y, sobre todo, ciertamente, es una lideresa social. Y algo más, tiene opiniones independientes.

Omar García Harfuch, por su parte, tiene encanto y experiencia en la policía en una estrategia diseñada por la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum demostrablemente exitosa.

Él mismo ha reconocido en entrevistas que no conoce todos los temas asociados al Gobierno, pero tiene apertura inteligente y es posible deslindarlo a partir de su trabajo de la guerra sucia desatada en redes sobre sus antecedentes familiares.

El jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, aprovechó la presentación de su Informe de 100 Días de Gobierno para enviar un mensaje basado en una anécdota personal y en la biografía de Valentín Campa.

Al día siguiente de su toma de posesión como sustituto de Sheinbaum, fue a comer con su familia a un restaurante chino. Mostró ayer a la audiencia en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento el papelito con la leyenda de su galleta de la suerte: “Tendrás buena suerte y resolverás muchas dificultades” y, luego, aludió al líder sindical emblemático de la lucha laboral, Valentín Campa.

Ante cualquier situación difícil, recordó Batres de Campa, el dirigente sindical decía: “Opta por aquella opción que está a la izquierda y así nunca te equivocarás”; eso, editorializa, “vale para toda la acción política y todo lo que venga”. Reiteró la frase de AMLO: “Hay que anclarse a la izquierda y no desdibujarse”. La audiencia aplaudió.

Campa aguantó la antesala de un fusilamiento, casi 12 años estuvo preso en el Palacio Negro de Lecumberri, fue un audaz candidato comunista opuesto a José López Portillo. Caminó por la izquierda sin temor a equivocarse, a pesar de la represión y hostigamiento institucional. Es cierto, eso sí, nunca fue carismático.

 

    @guerrerochipres