Cientos de ciudadanos se dieron cita en el Ajusco de la CDMX para reforestar las áreas afectadas por incendios y talas.
Foto: Kayley Arceo | Al grito de "plantar vidas y reto verde" la secretaria de Medio Ambiente del estado, Marina Robles motivo e impulso a los asistentes  

Cientos de ciudadanos se dieron cita en el Ajusco de la CDMX para reforestar las áreas afectadas por incendios y talas.

Apenas comenzaba a salir el sol cuando cientos de ciudadanos se concentraron en una de las partes más altas del Ajusco de la Ciudad de México para alistarse con sus grupos y poder dar inicio al proyecto de reforestación llamado “Restauratón“.

Con un sándwich y una manzana en el estómago las personas se colocaron sus cascos, botas y ropa cómoda, pero abrigada para poder caminar entre el pasto, el lodo y las piedras que recubren a este volcán que es considerado como uno de los más grandes pulmones de la Ciudad.

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Al grito de “plantar vidas y reto verde” la secretaria de Medio Ambiente del estado, Marina Robles motivo e impulso a los asistentes para que disfrutarán de esta oportunidad para poder sembrar un árbol en las áreas incendiadas y taladas de manera clandestina:

“Se han plantado 40 millones de plantas y por ello recibimos el premio a la ciudad más verde del mundo”, dijo mientras sonreía de lado a lado y veía con ilusión a los participantes.

Tras recibir el mensaje, cada uno de los voluntarios se dirigieron a las camionetas tipo “combi” para subir al “Paraje La Espina” entre el fuerte viento que golpeaba los rostros de cada uno, sin embargo, no pudo detener sus ganas por plantar su árbol.

Los brigadistas corrían por la carretera para auxiliar a los invitados y darles las instrucciones necesarias para que hicieran correctamente el procedimiento de plantación.

El nuevo punto de reunión fue una carpa blanca llamada “Centro de Mando” filtro por el cual paso cada uno para comenzar a descender al área afectada, pero antes echaron un vistazo al paisaje en el que se observaban los cerros que envolvían la atmósfera nublada.

Por troncos pequeños clavados en la tierra y con ayuda de los brigadistas, los participantes bajaron de uno en uno con temor a caer o resbalar:

“De ladito de ladito, así se hace esto tiene su chiste”, se escuchó a lo lejos mientras un par de carcajadas de nervios ambientaron la situación.

Mientras las suelas de las botas se sumergían en el lodo húmedo y el olor a tierra mojada picaba las narices, unas charolas con plantas pasaban cerca de los voluntarios:

“Esa quiero, quiero esa. Ya quiero plantarla”, bailoteaba un niño mientras su madre lo sujetaba de la mano fuertemente para que no resbalara en el piso inclinado.

Con ayuda del brigadista, sus dos manos y sus pies, el menor pudo plantar su Oyamel, una de las especies de árboles que fueron elegidos para devolverle la vida a esta zona.

A este se sumaron el cedro y las polinizadoras que formaron parte de las 100 mil plantas que se tiene por objetivo sembrar en el Ajusco.

Pese a que según Greenpeace México informó que en este sitio se han perdido más de 3 mil hectáreas, la secretaria Robles explicó que con el “Proyecto Verde” busca recuperar 30 de ellas:

Con esto quisiera “abrirle un futuro a la humanidad, además de invitar a la población a contribuir al cuidado del medio ambiente”.

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Con las manos llenas de tierra y la ropa manchada por hincarse en el lodo y el césped cada uno de los voluntarios plantó su árbol con la idea de hacer un cambio en el medio ambiente y poder remediar el daño que se le ha hecho:

“¿Qué falta, ya está todo?” gritó uno de los dirigentes del grupo para comenzar a reunirlos y así dar por terminada la reforestación.

Mientras el sol se asomaba entre las nubes, los participantes se encaminaron a la carretera en el kilómetro 13.5 con gestos de cansancio para subirse a la “combi” que los esperaba para regresar a casa después de la experiencia vivida y de haber contribuido al medio ambiente.

Tan solo en la alcaldía Tlalpan, lugar en el que se encuentra en Ajusco, hay pérdidas 72 hectáreas de cobertura arbórea lo que encienden los focos rojos para poder contemplar más programas de reforestación que le devuelvan la vida arrebatada a este volcán.

EAM