Los daños generados en la Catedral Metropolitana por las recientes lluvias se suman al deterioro que existe del recinto religioso, el cual requiere de la inmediata ayuda de las autoridades de la Secretaría de Cultura, quien debe destinar recursos para la remodelación.
Alfredo Martínez, encargado de Relaciones Públicas del inmueble que es patrimonio cultural, dijo en entrevista con 24 HORAS que al menos se necesitan 400 millones de pesos para hacer una reparación de la estructura y las goteras que se crearon por las últimas precipitaciones pluviales.
“Para tener una catedral decente, una catedral que digamos esté al día en cuanto a detalles, arreglos y demás se requerirían alrededor de 400 millones de pesos, si no es que más; hay una tercera etapa y un presupuesto que está comprometido, desconocemos por qué la Dirección de Sitios y Monumentos y la Secretaría de Cultura no los han bajado”, estableció.
Comentó que las autoridades federales no han hecho llegar los recursos para poder iniciar la tercera etapa de la restauración “estamos hablando que por ahí son de entre 11 a 13 millones de pesos”.
“Hubo una plática con la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, una plática en la que ella se comprometió a que se iniciarán lo antes posible estas restauraciones, seguimos sin saber qué es lo que está sucediendo”, señaló.
Martínez informó que las autoridades de Cultura respondieron que iban a evaluar los daños para iniciar los trabajos de reestructuración; sin embargo, hasta el momento sólo se han colocado lonas para minimizar el daño.
Las recientes lluvias, abundó, dejaron al descubierto la emergencia que se vive en un recinto considerado un patrimonio cultural donde debe darse una urgente atención para evitar mayores daños a causa de las filtraciones, lo que también ha propiciado el cierre de accesos para sus visitantes.
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Alfredo Martínez recordó que la Catedral Metropolitana es una de las más bellas de todo el mundo y atraviesa un momento crítico ya que hay goteras que se presentan, mismas que han derivado en afectaciones, principalmente en el Altar de Los Reyes, el Altar del Perdón y el Altar Mayor.
“Esto consistió en goteras de pequeña a mediana intensidad, digámoslo así, caída de material, caída de yeso, caída de estuco, caída de algunos detalles de las bóvedas, y esto derivó en que haya afectaciones en diversas partes; además, con las goteras tuvimos que vernos en la necesidad de cerrar algunas áreas a la feligresía, poner cubetas, literal para que no dañara más ni el mármol de los pisos ni la madera en los altares o en los retablos”, explicó.
En las primeras etapas de intervención para la reparación de la Catedral Metropolitana, Alfredo Martínez detalló que se retiró la fauna nociva que se encontraba en las bóvedas y fachadas.
También, quitaron algunas plantas que habían enraizado y ocasionado aberturas en la mampostería, tras lo cual, se realizó el sellado de grietas y la impermeabilización, “un trabajo que se supone duraría más de 20 años, pues no duró ni siquiera ocho meses porque la segunda etapa de la restauración se entregó en febrero”.