Foto: AFP / Un hombre retiró ayer un cartel de la campaña electoral junto a un colegio electoral en Zvishavane, antes de que los habitantes acudan hoy a votar  

En medio de graves problemas económicos, muchos habitantes del país del sur de África depositan sus esperanzas en un futuro mejor en las elecciones presidenciales. La votación, en la que están inscritos 6.6 millones de zimbabuenses, tiene dividido al país.

Una bandera del presidente zimbabuense Emmerson Mnangagwa, de 80 años, cuelga en un edificio desgastado de Mbare, un suburbio pobre de la capital Harare, en el que pide un nuevo mandato en los comicios de hoy.

Las ciudades son por lo general bastiones de la oposición y las zonas rurales están controladas por el partido gobernante Zanu-PF, en el poder desde la independencia.

Pocos lo dicen abiertamente, pero el cambio que aquí muchos esperan es representado por Nelson Chamisa, jefe de la oposición, cuya figura aparece pintada en pequeños afiches amarillos pegados en todas partes.

Tras una campaña marcada por manifestaciones prohibidas y detenciones de varios miembros de la oposición, en un país con una larga historia de elecciones manchadas de irregularidades, son pocos los que creen en una victoria de este abogado y pastor de 45 años.

Human Rights Watch predijo un “proceso electoral muy defectuoso” incompatible con un voto libre o equitativo.

La Coalición de ciudadanos para el cambio (CCC) de Chamisa, la “Triple C” como dice la calle, se queja de ser maltratada por las autoridades por medio de intimidación, eventos boicoteados e invisibilidad en la televisión pública.

IRREGULARIDADES

Serios problemas fueron constatados en las listas electorales, por lo que se teme que la elección esté decidida desde antemano. Sin embargo, la oposición espera sacar provecho del fuerte descontento y llevarse la victoria.

La economía y el desempleo son las principales preocupaciones de los electores, según un reciente sondeo que muestra también que una aplastante mayoría desaprueba la gestión gubernamental.

La inflación en este país agrícola de más de 15 millones de habitantes, rico en minerales, era de 101% en julio, según cifras oficiales, y algunos economistas consideran la cifra real más elevada.

LEG