En los careos que hacen encuestadoras serias, Marcelo Ebrard se posiciona como el candidato morenista que podría enfrentar a Xóchitl Gálvez con mejores resultados si la hidalguense fuera la candidata de la oposición.

Es cierto que las encuestas publicadas le conceden a la exjefa de gobierno Claudia Sheinbaum una ventaja de dos dígitos en las preferencias electorales sobre Gálvez.

Pero, cuando se presentan como las dos candidatas frente a frente, la senadora hidalguense resulta sumamente competitiva.

De hecho, entre los escenarios que se hacen en Morena, les preocupa cómo reaccionaría Sheinbaum en un debate con Gálvez o, incluso, con Beatriz Paredes Rangel.

Y es que la ventaja pública de Sheinbaum no parece ser garantía suficiente ahora no solo para ganar la carrera en Morena sino para mantener la Presidencia en manos del partido guinda.

Porque una cosa es encabezar las encuestas de precampaña y otra muy distinta las encuestas que se harán ya en el periodo electoral.

Y si no lo cree, ahí está la historia del 2006, cuando López Obrador llevaba una amplia ventaja sobre el PAN y el PRI y terminó perdiendo la elección apenas por 0.56 puntos porcentuales.

Hay, desde luego, un escenario distinto, como el hecho de que ahora Morena tiene el inmenso poder que le da la Presidencia del país; los votos cautivos que tiene gracias a la gran inversión que han hecho en programas sociales y el hecho de tener 23 de las 32 gubernaturas.

Eso le garantizaría a cualquier partido mantener el poder por otros seis años, pero, a pesar de la propaganda oficial, millones de mexicanos se han sentido decepcionados por los resultados y el tipo de gobierno que aplicó López Obrador.

Ahora la atención se centra en el proceso de selección de las encuestadoras que harán los sondeos “espejo’’ para elegir al candidato presidencial de Morena, un tema por demás complicado.

Lo es porque Marcelo Ebrard puso en duda la credibilidad de las encuestadoras que conceden la ventaja a Claudia Sheinbaum, cuyos nombres omitió pero que regularmente publican sus sondeos.

Los nombres de las encuestadoras ganadoras se reservarán “para que no reciban presiones’’, así como la metodología y, desde luego, la pregunta que será fundamental para la credibilidad del ejercicio demoscópico.

La encuesta arrancará con una percepción generalizada, casi unánime, de que Sheinbaum arranca con una ventaja considerable, pero lo que ocurre en la oposición, el crecimiento de una candidata disruptiva y la decisión de la oposición de mantenerse unida pese a todo podría cambiar los escenarios.

Veremos.

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El Frente por México no ha decidido aún cómo elegirá al candidato común a la Jefatura de Gobierno de la CDMX.

Si bien el PRI reconoce que el PAN tiene mayor poder de convocatoria en la capital del país, no deja de impulsar a quienes ve con posibilidades, aunque éstas sean mínimas.

En ese escenario está Adrián Ruvalcaba, quien es, hasta el momento, el precandidato más fuerte del priismo capitalino.

Enfrente se encuentran los panistas Santiago Taboada, Kenia López, Lía Limón y hasta Jorge Romero.

Los panistas enfrentan el escándalo al que Morena denominó “el cártel inmobiliario’’, que tiene a un exdelegado de Benito Juárez en prisión.

Sin embargo, la estructura panista en la capital es más firme que la del priismo, dejado a su suerte desde que Mariana Moguel lo encabezó y después de la caída de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.

LEG