DISCRIMINACIÓN
Foto: AFP / El cambio de este jueves fue aplaudido por la derecha. Principalmente por Donald Trump, quien busca llegar de nuevo al poder el siguiente año  

Seis jueces conservadores, en contra de los tres progresistas, de la Corte Suprema de Estados Unidos, determinaron que los procedimientos para la admisión en los centros universitarios basados en el color de la piel o el origen étnico de los solicitantes son inconstitucionales, como un nuevo retroceso que puso fin a la discrimnación positiva, a un año de revocar el derecho al aborto en el país.

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Para Saul Vazquez Torres, asociados del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), “el final de las acciones afirmativas en la Suprema Corte continúa el largo camino estratégico del movimiento conservador por avanzar su agenda desde lo judicial”.

“Los republicanos saben que la mayoría de los estadounidenses están de acuerdo con la agenda de derechos, entre ellos, el matrimonio igualitario o el derecho a decidir”, afirma Vazquez Torres para 24 HORAS.

“El alumno debe ser tratado en función de sus experiencias como individuo, no en función de su raza”, argumentó el presidente de la Corte Suprema, John Roberts.

Los magistrados conservadores estiman que las universidades son libres de considerar la experiencia personal de un solicitante, por ejemplo si sufrió racismo, a la hora de sopesar su solicitud frente a otros más cualificados académicamente.

Pero decidir, principalmente en función de si es blanco o negro, no está permitido, es en sí mismo discriminación racial, aseguraron. “Nuestra historia constitucional no tolera esa opción”, añadió Roberts.

“El criterio de ser ‘ciego al color’ es comparado con aquel infame criterio del siglo XIX de ‘separados pero iguales’, que permitió a la segregación racial existir durante un siglo en los Estados Unidos”, agrega el experto.

ELECCIÓN PRESIDENCIAL EN 2024

El cambio de este jueves fue aplaudido por la derecha. Principalmente por Donald Trump, quien busca llegar de nuevo al poder el siguiente año. Además, la universidad de Harvard insinuó que utilizará esta apertura de la sentencia, lo que podría minimizar su impacto.

“La Corte dictaminó que se puede tener en cuenta “los comentarios de un solicitante sobre cómo su color ha afectado a su vida, ya sea en términos de discriminación, inspiración u otros. Acataremos sin duda esta decisión”, declaró la prestigiosa universidad.

La sentencia parte de una demanda presentada en 2014 contra los centros universitarios privados y públicos más antiguos de Estados Unidos: Harvard y la Universidad de Carolina del Norte. Un activista neoconservador, Edward Blum, los acusó de discriminar a los estudiantes asiáticos.

Argumentaba que los estudiantes asiáticos, cuyos resultados académicos están muy por encima de la media, serían más numerosos en los campus si su rendimiento fuera el único criterio de selección.

Tras varias derrotas en los tribunales, recurrió al Supremo que, irónicamente, nunca ha sido tan diverso como ahora, con dos jueces afroestadounidenses y uno hispano.

Biden expresa su ‘fuerte’ desacuerdo

Después de la sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos que acabó con los programas de discriminación positiva en la universidad, el presidente Joe Biden expresó su “fuerte” desacuerdo.
“Estoy fuertemente, fuertemente en desacuerdo con la decisión del tribunal”, dijo durante un discurso televisado.

Añadió que las universidades “no deben abandonar su compromiso de garantizar que el alumnado tenga orígenes y experiencias diversas que reflejen todo Estados Unidos”.

“La discriminación sigue existiendo en Estados Unidos“, afirmó. “La decisión de hoy no cambia eso. Es un hecho simple que si un estudiante ha tenido que superar la adversidad en su camino hacia la educación, las universidades deben reconocerlo y valorarlo”, añadió.

“Creo que nuestras universidades son más fuertes cuando son racialmente diversas (…) No podemos permitir que esta decisión sea la última palabra”, afirmó el presidente demócrata.

A la pregunta de si le parece que la decisión demuestra que la Corte, de mayoría conservadora, es ruin, Biden hizo una pausa antes de contestar: “Este no es un tribunal normal”.

CON INFORMACIÓN DE AFP

LEG