Parecen escenas desconectadas. Las une la probabilidad del ejercicio del poder y también la vulnerabilidad en el espacio público y el privado.

Por un lado, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, en una concentración que invita a la unidad y a la profundización de una ciudad feminista; de otra, los resultados de la Alerta de Género con logros sustanciales en la capital nacional.

Desde la CDMX se informa cada mes y, como en ninguna otra entidad, de manera convergente e interinstitucional. El modelo de resultados tanto como negaciones en la oposición, histórica e ideológicamente opuesta a la agenda de vanguardia de las mujeres como el aborto y la igualdad sustantiva.

Una parte importante de la violencia de género se perpetra dentro de los hogares y por personas conocidas —especialmente la pareja o el ex cónyuge— pero el espacio público, como el transporte o la calle, no ha dejado de ser fuente de vulnerabilidad aun habiendo disminuido. Los datos del Consejo Ciudadano de la CDMX indican que del hogar proviene el 80 por ciento de los casos.

La premisa “sacar al agresor de casa” no es simple retórica, es una pertinente expresión de la voluntad institucional y política a favor de transformar las condiciones de millones de mujeres en busca de apoyo para romper el círculo de violencias.

La capital nacional exhibe, lamentablemente una isla del entorno nacional, vanguardia en estrategias específicas para la construcción de una ciudadanía comprometida con causas históricas que más lentamente de lo deseable se plantean junto a la erradicación de las violencias el progreso del Sistema Nacional de Cuidados.

Los datos del informe por la Alerta de Género, presentado ayer, indican logros de un programa inédito, la Línea *765. La secretaria de las Mujeres, Ingrid Gómez, mostró números semejantes a vidas salvadas desde julio de 2022: un promedio de 7 mil 781 atenciones mensuales; 3 mil 371 agresores detenidos; mil 474 mujeres rescatadas del riesgo feminicida; un aumento de 127 por ciento en las medidas de protección otorgadas.

La Ciudad de México, por impulso de Claudia Sheinbaum Pardo, y convicción del jefe de Gobierno, Martí Batres, “es una ciudad feminista” en la expresión del gobernante.

La Fiscal General de Justicia, Ernestina Godoy, detalló el incremento del 69 por ciento en las vinculaciones a proceso de feminicidas, del 57 por ciento en agresores de mujeres y una disminución de 42 por ciento en feminicidios.

Resultados de conexión directa a lo evidenciado en Iztapalapa en los últimos tres años, donde los Senderos Seguros desarrollados por la alcaldesa Clara Brugada han sido una estrategia adoptada en la CDMX con una meta para este año de 920 kilómetros.

En el encuentro ciudadano de este domingo, Brugada —la muy probable candidata del partido mayoritario al Gobierno de la capital nacional— reivindicó el tiempo de mujeres y de una comunidad feminista en cuyo entorno se ha rescatado el espacio doméstico y el público.

@guerrerochipres