A pocos días de que se cumpla un año del asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier y Joaquín, en Cerocahui, y luego de la agresión a una iglesia en la comunidad de Santa Anita, en Guachochi, ambas localidades en Chihuahua, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a las autoridades a mantengan la estabilidad nacional y el Estado de derecho ante el crimen organizado.
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En un comunicado, los obispos del país reprobaron los hechos violentos que ocurren en el país.
Sobre el aniversario del asesinato de los curas, lamentaron que el hecho siga impune.
“Estas muertes violentas, este martirio, nos sacude profundamente y convoca a múltiples acciones, más aún porque todavía no hay justicia, para ellos y para tantas personas”, expresaron.
Por ello convocaron a dos acciones nacionales: la primera, una misa el 18 de junio para recordar a las víctimas y el 20 de junio un repique de campanas a las 15:00 horas para exigir justicia.
IDENTIFICAN A VÍCTIMA
La Fiscalía de Distrito Zona Sur de la entidad informó que se identificó al hombre al que pertenecía la cabeza que se halló tras los sucesos en la iglesia de Guachochi.
El sujeto era Claudio N, de 21 años y tenía su domicilio en la misma comunidad en donde se registraron los hechos.
La dependencia indicó que su cuerpo fue entregado a la familia para su funeral y que las investigaciones continúan para esclarecer el evento; además, se mantiene la presencia policial.
LEG