Foto: Quadratin / Las estudiantes advirtieron que les gustaría “estudiar tranquilas, seguras y sin tener que cuidarse de los profesores  

Un grupo de estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis 94) con sede en Pátzcuaro, Michoacán, exigió frenar el hostigamiento sexual de algunos profesores contra el alumnado.

Los jóvenes colocaron pancartas y se plantaron afuera del plantel para exigir atención de las autoridades educativas del estado, federales y hasta judiciales del estado, porque su denuncia ha sido ignorada y acusan que sufren de violencia en razón de género de manera sistemática y acusan que ninguna autoridad ha atendido sus demandas desde marzo.

“Queremos estudiar tranquilas, sintiéndonos seguras y sin tener que cuidarnos de los profesores”, se enuncia en la carta dirigida a directivos del plantel, así como a autoridades educativas responsables de la institución y a funcionarios gubernamentales.

En un comunicado, los manifestantes acusan que el Cbtis 84 “es una escuela insegura, donde los profesores hostigan sexualmente a las alumnas y reproducen discursos misóginos y machistas que se traducen en diferentes tipos de violencia contra nosotras.

“El director primero se comprometió a apoyarnos y luego nos dio la espalda. La orientadora educativa nos amenazó con sancionarnos si nos manifestábamos. El ayuntamiento intervino y nos dio su apoyo, y nuestro director respondió agresivamente.

Además, las estudiantes de bachillerato aclararon que recurrieron a la protestas pacífica para que sea visibilizado su movimiento, porque exigen justicia y que ninguna otra niña, adolescente o mujer tenga que sufrir lo mismo que nosotras.

“Queremos estudiar tranquilas, sintiéndonos seguras y sin tener que cuidarnos de los profesores, que por ley deberían proteger nuestros derechos y garantizar nuestro bienestar en el plantel. ¡Hoy gritamos basta! Estamos hartas de ser pisoteadas, silenciadas e ignoradas. Somos huérfanas de un sistema educativo, administrativo y de justicia para el cual protegernos no es una prioridad”, asentaron en un documento.

También aseguraron estar “hartas de ser pisoteadas, silenciadas e ignoradas. Somos huérfanas de un sistema educativo, administrativo y de justicia para el cual protegernos no es una prioridad”.

 

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