Foto: Cuartoscuro / Los refugios son espacios habilitados para la atención y acompañamiento de mujeres víctimas de violencia  

El presupuesto de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) aumentó 202.5% durante 2022, según los reportes de modificaciones del gasto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en apoyo a refugios para mujeres víctimas de violencia.

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De acuerdo con los datos, en 2022 se autorizaron 310.5 millones de pesos para ese organismo, pero, a finales del año pasado, reportó un ejercicio de 939.5 millones de pesos.

La razón es un acuerdo de marzo del año pasado con el que la Secretaría de Bienestar transfirió a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres la operación de los Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género.

De acuerdo con el Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres 2021-2024, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre de 2021, el actual Gobierno estableció como meta “ampliar el número de refugios, casas de tránsito y de medio camino para niñas, adolescentes y mujeres víctimas de violencia, así como sus hijas e hijos”.

El documento resalta que la Conavim no cambiará el modelo de operación de los refugios, el cual data de los primeros sitios de ese tipo, creados por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en 2011.

Además, remarca que con el traspaso de recursos a la dependencia se “pretende favorecer la creación y fortalecimiento de los refugios como espacios seguros para mujeres víctimas de violencia, que les brinden condiciones adecuadas para su bienestar, desarrollo humano, el ejercicio de sus derechos, el empoderamiento y su plena inclusión social, mediante la atención integral y especializada de la violencia de género”.

El programa es operado por la Conavim, pero los recursos se asignan a entidades federativas u organizaciones sociales que operan refugios para mujeres violentadas, “con infraestructura y personal especializado acorde a su capacidad operativa, para atender cuando menos a cuatro familias de manera simultánea, y que brinde servicios de alojamiento, alimentación, vestido y calzado”.

 

LEG