Pronto se cumplirá un año de la invasión de Rusia a Ucrania. Los más avezados analistas internacionales dijeron que se trataría de una cuestión de días, tal vez de semanas, que la fuerza bélica rusa era extraordinaria y eficaz, que Rusia terminaría por quedarse con una parte importante de Ucrania, sino con su totalidad.

Nada de eso ha ocurrido. Al contrario. Conforme pasaban los meses el enquistamiento bélico era mayor. A tal grado que cuando estamos a punto de cumplir un año de guerra no hay visos de que vaya a finalizar la invasión.

Hemos escuchado hasta la extenuación que Vladimiro Putin está enfermo, que se va a morir. Pudiera pasar. Todo puede pasar. Sin embargo, cada vez que hay una guerra y un autócrata detenta el país, escucho lo mismo. No hay más que recordar como todos decían sobre las supuestas enfermedades de los dictadores Muamar el Gadafi y Sadam Husein y ninguno de los dos murió de enfermedad. Los mataron sus respectivos pueblos.

A casi un año vista del inicio de la invasión Ucrania ha recibido ingentes cantidades de material bélico de los diferentes países de la OTAN. Ahí también se evidencia la incapacidad del ejército ruso. Por sus fronteras se han introducido drones, armamento pesado, hasta los temidos Leopard, esos tanques ultramodernos muy superiores a los rusos. Por eso entre otras cosas Rusia no gana esta guerra. Por todo el material armamentístico que envía Occidente.

Rusia está interpretando esta ayuda de Occidente a Ucrania como un acto de injerencia. No se puede descartar, nunca se puede descartar con un presidente como Vladimiro Putin, la posible utilización del armamento nuclear. No podemos olvidar que a Rusia le “adornan” unas seis mil ojivas nucleares de las cuales ochocientas están listas para ser utilizadas. Y eso, eso no se puede descartar y menos en una mente con un ego tan alto como el de Putin. Claro, no parece ser algo verosímil a corto plazo, pero si Putin viera una posibilidad de perder la guerra por supuesto que echaría mano de ellas. Y si eso pasare cambiaría el curso de la historia

No sabemos cuánto más tiempo vaya a durar esta maldita guerra. Pero en todo conflicto bélico el ego juega un papel muy importante. En esta tal vez más.

 

    @pelaez_alberto