BRUNO LATOUR
Foto: AFP / Latour nació el 22 de junio de 1947 en una familia de negociantes de vino en Beaune, en el centro-este de Francia  

El filósofo francés Bruno Latour, emblemática figura del mundo de las ideas y del pensamiento ecologista, falleció la madrugada del domingo en París, a los 75 años, según su editor Les éditions La Découverte.

Los homenajes se sucedieron tras el anuncio de la muerte del que fue descrito por el diario New York Times en 2018 como el “más famoso y el más incomprendido de los filósofos franceses”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, elogió en un tuit “un espíritu humanista y plural, reconocido en el mundo entero antes de serlo en Francia”.

Latour nació el 22 de junio de 1947 en una familia de negociantes de vino en Beaune, en el centro-este de Francia. Se formó en filosofía y en antropología.

Fue uno de los primeros intelectuales en darse cuenta de la importancia del pensamiento ecológico. Sin embargo, fue reconocido sobre todo en el mundo anglosajón y varias de sus obras fueron publicadas primero en inglés posteriormente traducidas al español.

El conjunto de sus trabajos fue galardonado con el premio Holberg en 2013 y el premio de Kioto en 2021.

El intelectual se interesó entre otros temas, por las cuestiones de gestión y organización de la investigación y, en general, por el modo en que la sociedad produce valores y verdades.

Entre sus obras traducidas al español están Nunca fuimos modernos, La vida en el laboratorio y Guerra y paz de los microbios (sobre el químico francés Louis Pasteur).

En 2021, declaró en una entrevista que las crisis del cambio climático y de la pandemia revelaron una lucha entre “clases geo-sociales; el capitalismo ha cavado su propia tumba. Ahora se trata de repararlo”, manifestó.

Latour fue además antropólogo y sociólogo y en 2013 le fue concedido el Premio Holberg. Tuvo varios doctorados honorarios, así como la Légion d’Honneur de Francia (2012). La Fundación Internacional Spinoza Prijs holandesa le otorgó el “Spinozalens 2020”. En 2021 recibió el Premio Kyoto en la categoría “Pensamiento y Ética”.

 

LEG