Cerca de la medianoche, el gobernador Leonel Godoy acababa de dar el Grito de Independencia en el palco principal del palacio de Gobierno, cuando un atentado estremeció y llenó de pánico la zona.
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El estruendo de la fiesta ocultó, de momento, la tragedia. El mandatario ondeaba la bandera desde lo alto, mientras la gente caía herida.
En unos cuantos segundos, la vida de cientos de ellos cambió, tras el estallido de dos granadas de fragmentación, ocho personas murieron y 135 resultaron con heridas graves.
Fue el primer acto terrorista en la historia contemporánea de México.
De acuerdo con la entonces Procuraduría General de Justicia de Michoacán de los heridos por las esquirlas de las granadas, 26 eran menores de edad, uno de ellos de solo cuatro meses.
En la zona donde estallaron las primeras granadas, fallecieron desangradas dos de las víctimas, cuatro cuadras después de la plaza principal, se registró una segunda detonación.
Testigos y autoridades locales atribuyeron el atentado, en una noche clave de los mexicanos al narcotráfico, como respuesta a la lucha que contra los cárteles de la droga mantenía el Gobierno de Felipe Calderón.
Un día después, Godoy dijo: “Es terrorismo. Estoy muy preocupado. No sabemos a dónde irá a parar todo esto”.
El entonces presidente Felipe Calderón pidió unidad y calificó de “cobardes” y “asesinos sin escrúpulos” a quienes “se esconden en el festejo patrio para convertir el gozo en tristeza”.
Posteriormente, el Gobierno federal envió al Ejército a que tomara el control de Morelia, una ciudad que en ese momento lucía desierta y aterrorizada.
El 13 de noviembre del mismo año, un juez de procesos penales con sede en Puente Grande, Jalisco, concluyó que fueron violados los derechos humanos de los cuatro acusados de los atentados y ordenó su liberación inmediata; además, dijo que se comprobó que fueron torturados y que no se encontraban en el lugar al momento de los hechos.
También quedaron desacreditadas las declaraciones de os testimonios de los testigos protegidos. A la fecha, no hay detenidos o responsables del ataque.
DOCUMENTAN ATENTADO EN MICHOACAN
Han pasado 14 años, pero el miedo y enojo siguen intactos en las familias y víctimas de un hecho que marcó a Michoacán y al país: el atentado con granadas que ocurrió la noche del 15 de septiembre de 2008, en Morelia.
La mancha de sangre en esta fecha que debía ser de festejo patrio ha permanecido y eso es lo que plasmaron en Granadas de fragmentación, un documental que expone y difunde las implicaciones que este hecho tuvo en el rumbo de seguridad en México.
Priscila Martínez, una de las productoras de este documental, aseveró que este ha visto un poco tarde la luz, pero busca ser testimonio de uno de los peores hechos que se han registrado en nuestro país, en busca de la reparación del daño y la impartición de justicia para las víctimas:
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“Este documental se concluyó hace un año, después de grabación de entrevistas, pero por cuestiones de pandemia y de que tal vez no es un tema comercial, ha sido complicada la distribución”.
GR