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Foto: Cuartoscuro / Archivo | Durante un ejercicio, el hombre quedó sepultado y no pudo salir del búnker, por lo que murió de asfixia  

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 59VG/2022 al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval por las violaciones graves a derechos humanos al privar de la vida a un elemento de la propia secretaría, quien falleció durante un curso de entrenamiento realizado en Mexicali, Baja California, debido a acciones y omisiones por parte de las los responsables del adiestramiento.

En un comunicado, la Comisión detalló que el 2 de diciembre de 2020 recibió la queja de una persona porque el 24 de noviembre de 2020 le informaron que la víctima había fallecido y su cuerpo se encontraba en Mexicali, Baja California, donde sucedieron los hechos, sin brindarle información referente a las circunstancias que causaron el deceso.

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Sin embargo, la necropsia arrojó que la persona había fallecido por asfixia, por lo que presentó la queja solicitando la intervención de la CNDH para aclarar lo ocurrido.

La investigación mostró que el día 24 de noviembre de 2020 se realizó un curso de fuerzas especiales en el desierto, cuando los cursantes cubrían los bunkers que anteriormente habían excavado, el servidor público que fungía como instructor ordenó a la víctima que se introdujera en el búnker número 8, a lo cual obedeció.

Una vez dentro, el instructor ordenó que lo taparan, por lo que arrojaron tierra y lo sepultaron.
Posteriormente, se ordenó a otros cuatro elementos que se introdujeran al mismo búnker y también los enterraron.

Los testimonios recopilados refieren que los responsables del grupo comenzaron a tomar fotografías riéndose de lo que ocurría y que este tipo de prácticas eran recurrentes por parte de ambos, sin que el responsable principal del grupo se percatara de ello, ya que lo hacían cada vez que se alejaba del lugar.

Auxiliados por compañeros que se encontraban fuera del búnker en ese momento, cuatro de los sepultados lograron salir sin darse cuenta de que la víctima quedó al interior, ni en qué momento fue ingresado al mismo.

Una de las personas que había estado enterrada se percató de que había perdido su cargador, por lo que, al buscarlo al interior del búnker apareció la víctima, quien yacía inconsciente, por lo que fue trasladada a un hospital, pero al llegar ya se encontraba sin signos vitales.

Las investigaciones de la CNDH evidenciaron que quienes se encontraban al mando no procuraron cumplir con el deber reforzado del cuidado para garantizar la integridad de los cursantes.

Además, quedó evidenciada la falta de vigilancia respecto a las prácticas irregulares que entre soldados llevan a cabo como “métodos de castigo”.

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El organismo solicitó a la Sedena que se inscriba a las personas afectadas por estos hechos en el Registro Nacional de Víctimas, y que proceda a la inmediata reparación integral del daño ocasionado a las víctimas indirectas, que incluya una compensación justa y suficiente, además de que se les otorgue atención médica integral y psicológica permanente.

Se le requirió la Secretaría qué colabore con el Juzgado Militar encargado del trámite de la Carpeta de Investigación en contra de los servidores públicas responsables de los hechos, considerando que hay datos o indicios que permiten advertir presuntas responsabilidades penales.

 

EAM