pulque
Foto: Gibrán Villarreal / Félix Flores relató que en medio de la contingencia por el Covid-19, vendió el pulque a puerta abierta y las ventas subieron mucho  

“Estás hasta las manitas”, “Ya estás muy conejo”, eran algunas frases comunes en los años 90 cuando el pulque cobró un auge monumental debido a la escasez de agua en México. Por ese entonces, el “néctar de los dioses” era de las bebidas preferidas.

“Para identificar un buen pulque hay de tres: debe oler a pan fresco, su viscosidad no es tan babosa, por así decirlo, no te provoca dolores estomacales y lo más efectivo es que cuando se tira al suelo se debe formar un alacrán, es decir con unas patitas pequeñas”, explicó Félix Flores, pulquero desde hace años.

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Esta bebida llegó a ser tan famosa, que se inventó el mito de que era fermentada con excremento. Lo cierto es que el “pulmón” te da fuerza y vitalidad por sus propiedades, ya que contiene vitamina C, lactobacilos, probióticos… “e incluso hasta ayuda a la calidad del espermatozoide”, destacó por su parte, Carlos Mera, guía del Museo del Pulque y las Pulquerías.

Hace años, para comprar pulque las personas no utilizaban recipientes, sino “botas” o “colambre”, que eran el cuero entero del cerdo, desde las patas hasta el cuello, donde cabían litros y litros de pulque. De ahí la frase de que cuando alguien se emborracha “se pone hasta las manitas”, porque este elixir llegaba hasta esa parte del recipiente porcino.

Actualmente, el pulque se puede disfrutar en diversos puntos de la CDMX y hasta en diferentes sabores. Pulquerías muy famosas siguen manteniendo su tradición a lo largo de los años, tal es el caso de La Palma o La Hija de los Apaches.

Con la llegada de la pandemia de Covid-19, esta bebida exótica no tuvo afectación, al contrario, los dueños de muchas pulquerías señalaron que incrementaron sus ventas debido a que la mayoría de las cantinas bajaron sus cortinas.

“Durante la pandemia estuve en Iztapalapa vendiendo pulque a puerta abierta y las ventas subieron mucho, también porque todos los establecimientos estaban cerrados”, dijo Félix Flores.

“Fíjate que a todo mundo le fue mal en la pandemia, pero gracias a Dios, a nosotros nos fue muy bien. Las ventas subieron muchísimo y yo creo que porque todo estaba cerrado. Fueron más los vecinos que se venían a echar su pulque, pero también hasta hubo gente que traía sus jarras. Hasta hubo días en que señores llegaban con garrafones ya de plano”, recordó Efraín Benítez, pulquero de hace años.

FRASE:
“Fueron más los vecinos que se venían a echar su pulque, pero también hubo gente que traía sus jarras. Hubo días en que señores llegaban con garrafones”
Efraín Benítez
Pulquero

LEG