domingo de ramos
Foto: Arturo Romero / Para conmemorar la entrada de Jesucristo a Jerusalén, previo a su arresto el Jueves Santo, los fieles católicos buscaron en las afuera de los templos los tendidos de los artesanos para adquirir sus palmas  

Aunque el sol quema desde lo alto, las personas no dejan de caminar hacia las iglesias.

Decenas se enfilan a las puertas gigantes de madera labrada de los templos. Ni las palmas tejidas, las gorras o los sombreros aliviarán tanto el calor como lo hace su fe que los congrega en este Domingo de Ramos.

El sexto domingo de la Cuaresma ha llegado y así inicia la Semana Mayor para la tradición católica. “Con esta celebración inauguramos los días santos que son una oportunidad de renovar nuestra fe en Cristo”, enuncia el sacerdote antes de comenzar la misa, mientras los feligreses agachan la cabeza y repliegan las palmas tejidas en sus pechos para disponerse a escuchar el salmo.

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“Es una de las celebraciones más importantes porque representa el ciclo del sacrificio que hizo Jesús por nosotros, para salvarnos de nuestros pecados”, señala Óscar al tiempo que escucha las palabras reveladoras del cura desde la puerta de la iglesia.

“Las palmas significan la victoria con la que nuestro Señor entró a sus tierras y subió al cielo”, abunda.

Así, para conmemorar la entrada de Jesucristo a Jerusalén, previo a su arresto el Jueves Santo, los fieles buscan en las afuera de los templos los tendidos donde artesanos doblan y desdoblan hábilmente las hojas de palma para tejerlas o volverlas un crucifijo, aludiendo al destino que enfrentará Cristo el Viernes Santo.

“Yo llevo dos o tres años con este oficio”, indica Luis y la palma en sus manos comienza a transformarse en una cruz. “Mi mamá era la que tejía, pero me interesó y comencé a ayudarle”, relata quien presume hacer una pieza en cinco minutos, cuando antes tardaba una hora.

“Pero no sólo es tejer por tejer, también es recordar y hacer ofrenda, porque, como dicen, Jesús murió por nosotros”, remarca.

“Es una tradición de la familia venir, escuchar misa, comprar la palma, pero, además, como que a uno le hace bien, se siente más tranquilo”, dice Silvia con devoción y sostiene que no le importa la aglomeración y espera, como muchos otros, para hacer fila y bendecir sus palmas con el agua bendita que, sin duda, también los refrescará de este intenso calor.

FRASES:
“Es una de las celebraciones más importantes porque representa el ciclo del sacrificio que hizo Jesús por nosotros, para salvarnos de nuestros pecados”
Óscar
Fiel católico

“Yo llevo dos o tres años con este oficio. Mi mamá era la que tejía, pero me interesó y comencé a ayudarle”
Luis
Artesano

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