Bajo la sombra de un ahuehuete, alrededor de 150 personas se reunieron en el Parque Gandhi, en Polanco, alcaldía Miguel Hidalgo, para realizar una meditación colectiva en contra de la violencia y por la paz en Ucrania, país del este europeo que fue invadido por Rusia desde el pasado mes de febrero.
Yo Amo Polanco, asociación civil que convocó al evento, fue fundada en 2018. Con cuatro años de labor, este grupo de vecinos lucha por mejorar su entorno.
“Acompáñenme poniendo su mano en el corazón”, decía la guía mientras invitaba a todos los presentes a volverse “soldados de luz” y guerreros que hagan conciencia para combatir la violencia que habita y se come al mundo.
Así, el silencio reinó durante unos minutos, pero la energía fluía y las buenas intenciones de quienes asistieron parecían emanar en todas direcciones como una especie de grito mudo.
Aunque la meditación duró sólo una hora, cuando estos guerreros abrieron los ojos parecía que se habían quitado años de encima. De par en par, la luz volvió a entrar en los participantes: algunos sonreían, otros canturreaban y a unos se les salieron las lágrimas.
“La meditación sirve para crear conciencia en cada uno de nosotros de que somos hermanos y debemos unirnos para bien”, reflexionó Roberto después de este despertar. Agregó que este ejercicio es necesario para conocernos a nosotros mismos: “Ése es el primer paso para llegar a la paz”.
La meditación tuvo como fin atender con urgencia la crisis mundial que ha desatado la guerra Ucrania-Rusia.
Entre mats (tapetes) y cojines, los lugares de honor estuvieron ocupados por algunos ciudadanos ucranianos, quienes participaron en este encuentro de paz y pidieron por su patria y sus seres queridos que sufren los estragos del conflicto bélico.
Ina, quien reside en México desde hace ocho años, expresó que esta meditación le ha ayudado y que los buenos deseos de los asistentes le impiden caer, por lo que se siente apoyada.
Destacó que los mexicanos son “gente con el corazón y el alma tan abierta que están a favor de la paz mundial. Viven con nosotros todo lo que está pasando”.
Antes de partir, Eduardo Klein, organizador de este apapacho colectivo, señaló que “Yo Amo Polanco busca que nos identifiquemos con cada ser humano”, pues todos estamos aquí, juntos, y los problemas de unos afectan a todos. Consideró que con esta aglomeración de buena energía pronto habrá resultados a favor de la paz.
LEG