Foto: Cuartoscuro Elementos de la Guardia Nacional y de la Policía de Investigación fueron desplegados en la zona  

Tres elementos de la policía municipal de Fresnillo, Zacatecas, fueron asesinados tras ser atacados a tiros por sujetos armados.

De acuerdo con los primeros informes, la agresión ocurrió cerca de las 15:30 horas, cuando los policías, a bordo de la unidad 843, estaban estacionados en la calle Zinc, en la colonia La Fortuna, y los civiles los sorprendieron y dispararon.

El ataque los tomó por sorpresa y al tratar de repeler la agresión se desató un enfrentamiento en el que tres de los agentes murieron por arma de grueso calibre.

Dos de los elementos quedaron sin vida al interior de la unidad, mientras que uno falleció a un costado, cuando intentaba resguardarse.

Paramédicos llegaron al lugar, pero los policías ya se encontraban sin signos vitales.

Ante los hechos, se desplegó un fuerte operativo en la zona, en el que participaron elementos de la Guardia Nacional y de la Policía de Investigación, pero hasta el cierre de esta edición no se reportaron personas detenidas por los hechos.

Al menos tres calles a la redonda fueron acordonadas por los efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Policía Estatal Preventiva.

A través de su cuenta de Twitter, la Secretaría de Seguridad Pública estatal confirmó la muerte de los policías municipales Fernando Esparza González, Jesús Esparza González y Everardo Antonio de León Márquez, y envió condolencias a sus familiares y amigos.

Apenas el 29 de diciembre pasado, dos policías municipales de Fresnillo resultaron heridos de gravedad en otro ataque, cuando los agentes atendían un reporte sobre un automóvil sospechoso en la calle Cuauhtémoc, en la zona centro de la alcaldía, y fueron agredidos a balazos por sujetos desconocidos que se dieron a la fuga.

En tanto, como parte de la ola de violencia, el jueves pasado, fueron abandonados diez cuerpos -con huellas de tortura-, al interior de una camioneta que fue estacionada frente al Palacio de Gobierno, hecho que fue calificado por el gobernador de la entidad, David Monreal, como parte de la “herencia maldita” de la inseguridad.

LEG