Una enfermera estadounidense denunció el presunto abuso policial por parte de oficiales municipales de Tijuana, Baja California.
Según relató la mujer originaria de California, decidió cruzar la frontera con una de sus amigas después del trabajo para salir de fiesta a un bar el 12 de diciembre.
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Narró que tras divertirse bebiendo, decidieron ir a comer a un restaurante de comida rápida y confesó que por no encontrar estacionamiento aparcó su auto, un Mercedes Benz 2021, sobre la línea roja en la calle, lo que solo la hacía acreedora a una multa.
Sin embargo, detalló que los agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (SSPCM) las esposaron y subieron a una patrulla a punta de gritos, llamándolas prostitutas y forcejeando con ellas.
Rebeca relató que además de revisar “el carro de arriba a abajo”, las retuvieron en un lugar al menos tres horas pues los hechos ocurrieron alrededor de las 20:00 y hasta las 23:00 fueron remitidas a la delegación municipal.
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“Nos llevaron a un lugar oscuro, supuestamente íbamos a la comisaría de la Zona Norte de Tijuana, pero era otro lugar oscuro y ahí comenzamos a gritar que esa no era la delegación”, dijo la enfermera.
De igual manera, señaló que intentó ocultar sus pertenencias, pero una mujer policía la vio y le obligó entregarle todo y no le fue devuelto.
Debido a lo ocurrido, las mujeres realizaron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado pues, según su abogado, su situación aplicaba una multa o pedir que movieran el coche y no dejarlas por horas en la patrulla. Ahora, el caso está en manos de la Unidad de Delitos Patrimoniales de La Mesa.
klcg