Que al sector obrero mejor nos cuenten una de vaqueros. Han pasado tres años del inicio de esta administración y la podemos resumir en fracaso, inflación, carencia y escasez en todos los sentidos, además de falta de voluntad y favoritismo a los fifís de Morena.

Llegaron con la boca repleta de promesas, empezando con que acabarían con la corrupción, terminarían con los excesos y lujos gracias a la austeridad republicana, adiós al nepotismo y al tráfico de influencias y pondrían fin a los delincuentes de cuello blanco; pues déjenme decirles que todo eso carece de sentido y se refuta con un sólo nombre: Napoleón Gómez Urrutia.

Vayamos al principio. Para muchos de Morena “regalarle” a Napito una curul en el Senado sería un error. Una de las que expresó su sorpresa, malestar e incluso inconformidad fue la entonces jefa de campaña de Andrés Manuel López Obrador, Tatiana Clouthier, ahora secretaria de Economía. Han pasado más de tres años y no se ha retractado y tampoco tendría por qué hacerlo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que acabaría con la corrupción. ¿Y Napito? ¿Por qué su Gobierno no ha actuado sobre la empresa AGC Trading, propiedad de Alejandro Gómez Casso, hijo del senador de Morena, que en total opacidad ha recibido pagos por 260 millones de pesos de la empresa ArcelorMittal? Esto de acuerdo con investigaciones periodísticas que constataron la existencia de 55 comprobantes emitidos por AGC Trading.

Una de las frases recurrentes del Presidente es: “Al margen de la ley, nada, por encima de la ley, nadie”. ¿Y Napito? ¿Por qué ha tolerado que este siga sin devolver los 46 millones de dólares que les robó a más de siete mil mineros, aun cuando existen ya tres laudos judiciales que así lo ordenan?

La 4T según no permitiría el influyentismo ni los conflictos de interés. ¿Y Napito? ¿Por qué esta administración no ha actuado frente a los actos de corrupción del también presidente de la Comisión de Trabajo del Senado, que sin preocupación alguna mueve sus intereses para beneficiar a una empresa, mientras que su hijo se convierte en proveedor de servicios de la misma?

Por otro lado, la misma administración dijo que perseguiría a los ladrones de cuello blanco. ¿Y Napito? Gómez Urrutia sigue tomando por la fuerza centros laborales para extorsionar a empresarios y exigirles millones de dólares para permitir la reapertura, todo bajo el cobijo de la 4T.

Uno de los supuestos principios de la 4T es la austeridad republicana, en nombre de ella la exsecretaria de Turismo de la CDMX fue cesada de su cargo por viajar en avión privado. ¿Y Napito? En junio de 2019, ya como senador, Gómez Urrutia viajó en avión privado a Durango. Como era de esperarse nada pasó, aun cuando circularon por redes sociales las fotos.

Dirían por ahí, pura baba de perico, con tanta impunidad hacia Napito y familia, han demostrado que la ley no es pareja, que hay ciudadanos de primera, como el fifí de Morena, y ciudadanos de segunda, los de a pie, los obreros, los que nos levantamos a diario para luchar por un mejor futuro.

Esperemos que en el cuarto informe de López Obrador, podamos celebrar que los más de siete mil mineros robados por Napito hayan recuperado su dinero, que no se contabilicen más empresas tomadas a la fuerza, que no haya distinción en la aplicación de la ley y se castiguen los actos de corrupción aun cuando estos sean cometidos por Gómez Urrutia y familia. Señor Presidente, qué espera, es momento de hacer valer sus dichos y junto con ellos la ley.

 

@CarlosPavonC