Lo realmente importante fue lo que los equipos de los tres países negociaron después del encuentro de los presidentes López Obrador, Joe Biden y Justin Trudeau.

Pero eso lo conoceremos en los próximos días.

Lo de ayer fueron discursos puramente diplomáticos.

Ni Biden ni Trudeau reclamaron, al menos públicamente, al mandatario mexicano por su iniciativa de reforma energética que pone en jaque las inversiones de ambos países en el sector.

Ni siquiera el hecho de que previamente los legisladores demócratas habían pedido a Biden ser “más contundente’’ en la defensa de los intereses de los inversionistas estadounidenses en México.

Tampoco hubo un reclamo por la porosidad de la frontera sur mexicana ni por la ineficacia del Gobierno de la 4T por detener el flujo migratorio.

Al menos en los discursos públicos y en las respectivas conferencias, todo fue reconocimiento al espíritu de colaboración entre los tres países.

Lo interesante fueron las reuniones posteriores de los equipos ejecutivos de los tres países.
¿Qué se dijo en esas reuniones? Se conocerá con el paso de los días.

La información provendrá, sin embargo, de los funcionarios de Estados Unidos y Canadá, porqué de México solo se publicitan las cosas buenas; los reclamos se reservan.

Como sea, por lo visto en público el Presidente mexicano y su delegación, al menos por lo que se vio en público, salieron bien librados.

El tiempo nos dirá si fue pura escenografía.

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El doctor Hugo López-Gatell participó en la reunión trilateral que sostuvieron los mandatarios de Norteamérica.

Fue el único subsecretario de una delegación que compartió mesa con el resto de los integrantes de los equipos presidenciales, lo que sin duda debió saberle a gloria.

El subsecretario no la está pasando bien, no solo por las críticas que a diario recibe por sus declaraciones -una más desatinada que otra-, que la terca realidad se ha encargado de ubicar en su justa dimensión.

A eso añada el fuego amigo y comprenderá su carita de niño con juguete nuevo ayer en Washington.

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El mejor gobernador de México es el yucateco Mauricio Vila, según encuestas de casas serias y respetadas, y por ello debería poner atención a las acusaciones de una operación de su secretaria de Hacienda que ya genera sospechas.

La funcionaria, de nombre Olga Rosas Moya, desincorporó un inmueble público en la zona de mayor plusvalía de la ciudad de Mérida.

El sospechosismo se desató a partir de que se supo que la intención es vender el inmueble, por debajo de su valor de mercado, a la empresa “Juego de Pelota México, Sociedad Anónima Promotora de Inversión de Capital Variable’’, que tiene una sociedad con el equipo de futbol Venados…propiedad de un sobrino de la funcionaria.

Puede ser una mala interpretación de datos, pero por si las dudas, el gobernador Vila tendrá que ponerse la pila.

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Ayer se celebró en Puebla la Cumbre de Emprendimiento e Innovación Social, encabezada por el Gobierno del Estado y de Fundación Azteca.

Esta cumbre tiene el propósito de impulsar el emprendimiento social en México de ciudadanos que se atreven a utilizar su talento e innovar para mejorar su entorno, reactivar la economía y crear nuevas oportunidades de desarrollo.

La realización del evento que tuvo como marco el museo regional de Cholula, y contó con la presencia del gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, y de Ninfa Salinas Sada, presidenta del Consejo Directivo de Fundación Azteca.

En esta su tercera edición 2021, la Cumbre de Emprendimiento entregó premios al mejor emprendimiento forestal; a la innovación y tecnología social, así como al mejor proyecto de reciclaje en México.

Bien.

LEG