Un estudiante de medicina se sorprendió en su clase de anatomía luego de que en una práctica encontrara el cadáver de su amigo, quien había desaparecido tiempo atrás.
Enya Egbe, un estudiante nigeriano, recuerda el suceso ocurrido hace siete años y que aún esta presente en su memoria.
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La tarde de un jueves, en la Universidad de Calabar en Nigeria, él y su grupo se disponían a realizar prácticas de anatomía para diseccionar cuerpos.
En las mesas vio tres cuerpos, pero se dio cuenta de que uno de ellos pertenecía a su amigo Divine. Al saber de quien era el cuerpo tendido en la plancha con dos agujeros de bala en el pecho, el joven salió corriendo, mientras gritaba y lloraba.
Uno de los muchos estudiantes salio corriendo detrás de Enya Egbe, quien seguía llorando. Este mismo estudiante contó a la BBC que “la mayoría de los cadáveres que usamos en la escuela tenían balas. Me sentí muy mal cuando me di cuenta de que algunas de las personas pueden no ser verdaderos criminales”.
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Por su parte, Egbe envió un mensaje a la familia de Divine, que resultó que habían estado buscándolo en varias comisarias, luego de su detención y de tres amigos por parte de agentes policiales cuando regresaba de una fiesta.
EAM