Las tomas clandestinas en ductos y poliductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la Ciudad de México, una práctica conocida como huachicoleo, disminuyeron 86% desde 2017, cuando se encontraron (y sellaron) 91, mientras que el año pasado apenas se localizaron 13.

Esta práctica no sólo es ilegal, sino que conlleva un riesgo para la población que habita alrededor del punto de ordeña, debido a la posibilidad de una explosión a causa de la ignición del combustible.

Por ejemplo, el 22 de agosto de 2019, autoridades capitalinas ubicaron un punto de robo de combustible en un predio sobre la calle Añil, colonia Granjas México, alcaldía Iztacalco, detectado debido al fuerte olor a gasolina.

Infografía: Xavier Rodríguez

Resultó que el ducto perforado por los llamados huachicoleros registró una fuga que contaminó el subsuelo, por lo que al hacer las reparaciones del mismo, una chispa provocó un flamazo, causando lesiones en seis trabajadores de Pemex y la evacuación de casi un centenar de personas.

Otro caso ocurrió el 19 de octubre de 2020, cuando Protección Civil detectó un fuerte olor en un predio de la colonia Industrial Vallejo, alcaldía Azcapotzalco, requiriendo la evacuación de alrededor de 300 personas.

También en Azcapotzalco, aunque más lejano, se registró una explosión e incendio en una bodega localizada en la colonia Santa Lucía, donde se identificaron tres tomas clandestinas en las que se extraía el combustible de los ductos que atraviesan la Avenida Tezozomoc. El incidente dejó como saldo cuatro personas con quemaduras de segundo y tercer grado.

A nivel nacional el año más alto con tomas clandestinas fue 2018, con 14 mil 910, seguido por 2019 con 13 mil 137, y 2020, con 11 mil 22.

Oscar Báez Soto, integrante del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE) señaló en entrevista que se sigue sin conocer la cifra negra de puntos de ordeña, pues“no necesariamente quiere decir que entre más tomas clandestinas que se ubican y se cierran, esté disminuyendo la conducta delictiva que se pretende atacar”.

Destacó que cualquier domicilio por donde pase por debajo un ducto puede ser utilizado para llevar a cabo el robo de combustible.

Resaltó que este ilícito está relacionado con delincuencia organizada y una persona por sí misma difícilmente podría participar en este delito.

“Se requiere un entramado de complicidad con importantes autoridades de Pemex, para saber qué tipo de combustible va a ser enviado por el ducto, llevar a cabo la extracción y comercialización; implica la necesidad de que los delincuentes se organicen para poder concretar su finalidad delictiva”.

CIFRAS
Otros años
85 puntos de ordeña detectados en 2018, en la CDMX
15 tomas clandestinas en 2019, en la capital del país

LEG