México reconoció, de la mano de Alejandro Celorio Alcántara, principal expositor de la delegación del Estado Mexicano en las audiencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que había responsabilidad en el caso de Digna Ochoa en cuanto a su derecho de honra y al reconocimiento de su dignidad.
Aunque no así con la responsabilidad en violentar el derecho a la vida y se comprometieron a reabrir el caso luego de más de dos décadas, con el objetivo de esclarecer si se trató de un homicidio, ya que la versión oficial afirma que se trató de un suicidio.
Caso #DignaOchoa, México reconoce ante @CorteIDH su responsabilidad en violar Art 11/1.1 de la Convención Interamericana DDHH "Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad", pero no reconoce responsabilidad en violentar el derecho a la vida pic.twitter.com/9l7bpOA0jL
— CEJIL (@cejil) April 27, 2021
La licenciada Digna Ochoa y Plácido fue una abogada defensora de derechos humanos, trabajó por años en casos de funcionarios públicos, entre ellos miembros de la Procuraduría General y de las fuerzas armadas, pues estaban involucrados en graves violaciones de derechos humanos.
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Su empresa consistió en descubrir a los autores de dichas violaciones a los derechos humanos, lo que le valió amenazas y secuestros, el primero de ellos ocurrió el 9 de agosto de 1999. Cuatro horas estuvo privada de su libertad por desconocidos, quienes le sustrajeron su pertenencias e identificaciones personales.
Tiempo después recibió vía correo amenazas escritas, dichos textos llegaron al Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” (PRODH), lugar en el que laboraba, de acuerdo con la CNDH.
Luego de varios intentos de solicitar medidas cautelares para ella y los miembros del Centro PRODH y tras casi dos años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dio por concluidas las medidas provisionales otorgadas a Digna Ochoa y demás integrantes del Centro PRODH.
Ella fue encontrada sin vida en su despacho ubicado en la calle de Zacatecas 31, colonia Roma, el 19 de octubre de 2001 por la tarde.
El Estado alegó, que la licenciada se suicidó y para el 6 de mayo de 2003 los familiares de Digna Ochoa ofrecieron a la fiscalía pruebas periciales que apuntaban a que Digna no tenía intenciones de suicidarse, pero estas fueron rechazadas o incluidas parcialmente.
CT