Toneladas de cocaína, armas, violencia, asesinatos brutales, sobornos y corrupción: son las palabras que se utilizaron ayer, durante el alegato inicial de los fiscales estadounidenses que acusan al presidente de Honduras de ayudar a traficar droga a Estados Unidos.

Las explosivas declaraciones fueron realizadas en el marco del juicio a Geovanny Fuentes en la corte federal de Manhattan, en Nueva York, un presunto narcotraficante hondureño que según los fiscales fue socio del presidente hondureño Juan Orlando Hernández en el millonario negocio de la droga.

El fiscal Jacob Gutwillig dijo al jurado que el presidente hondureño y Fuentes planificaron enviar tanta cocaína a Estados Unidos como pudieran.

Por cierto, Juan Orlando carga el estigma del crimen también gracias a su familia. Tony Hernández, su hermano, fue diputado nacional y encontrado culpable en Estados Unidos por delitos relacionados al narcotráfico en octubre de 2019.

El negocio floreció debido a los sobornos pagados por Fuentes a políticos, militares y policías, e “incluso al presidente de Honduras” a cambio de protección y de ayuda en el transporte de la cocaína, indicó el fiscal.

La asociación de Fuentes con Hernández le tornó “intocable”, aseguró la acusación en el segundo día de un juicio que durará unas dos semanas. “El acusado era parte del narco-Estado hondureño”.

El mandatario, abogado que asumió el cargo en 2014 y está en su segundo mandato, niega todas las acusaciones y se presenta como un adalid del combate contra el narcotráfico y las pandillas que aterrorizan la empobrecida Honduras.

 

FRASE

“Hoy se pone en duda el trabajo de la Policía en Honduras contra el crimen organizado desde EU; reafirmo que son muchos logros, voy a poner el pecho y defender a esta institución”

Juan Orlando Hernández
Presidente de Honduras

LEG