Más de 200 personas con sus bicis tumbadas, vestidas de negro y recostadas como si fueran un muerto en el suelo, representaron en la explanada del Monumento a la Revolución los atropellamientos de los que suelen ser víctimas por parte de automovilistas inconscientes.

Desde las 10 de la mañana, los manifestantes se concentraron en el lugar y sin pedalear, sin gritos y en total silencio, manifestaron su indignación por la muerte de la estudiante de la UNAM, la ciclista Alexia Fernanda Ordóñez, así como la de su padre Emilio Ordóñez Amador, quienes fueron atropellados en la autopista México-Pachuca el pasado 4 de octubre.

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